lunes, 13 de enero de 2014

Apuntes al primer debate presidencial

El llanto parece que se hizo presente. 
Anoche fue el primer debate foro presidencial, evento inédito en nuestra historia, y que entre otras cosas nos deja la sensación de que hay mucho por decir, porque en general no se dijo mucho. A continuación unas cuantas impresiones que me dejó en la media hora que toleré verlo/escucharlo.


  • Un debate implica intercambio y lo único que se intercambió fueron miradas colochas entre candidatos y presentadores. ASDER y el TSE lo publicitaron como debate, pero de eso, neles pasteles.
  • Tan tiernos estamos en esto, que la producción del evento tuvo problemas de audio y un presentador más que un moderador. 
  • Los candidatos principales llegaron a su aire, con los discursos muy bien ensayados - hasta parecía que estaban leyendo -. El toque de variedad lo puso los candidatos de los otros dos partidos, que con alguna frase pintoresca y algunas ideas traídas por los pelos pusieron algo distinto a la velada. 
  • ¿Escuchamos/vimos propuestas ayer? No. El foro fue una continuación de una campaña mediática bien calculada según cada quien: Quijano dándole al tema de la inseguridad, Sánchez Cerén dando la idea de mantener lo bueno que ha hecho este gobierno y Saca yendo por la vía de las necesidades inmediatas de los jóvenes y las mujeres. 
  • El formato del foro, las capacidades de los mismos candidatos y, más que nada, la oferta que trae cada uno bajo el brazo determina la pobreza de lo que vimos anoche. En la medida en que la foerta es pobre, el candidato tiene limitadas capacidades y el formato facilita traer un discurso armado, lo de anoche acabo decepcionando a todo el mundo.  
  • Valga decir, que al ser el foro una continuación de la campaña, no vimos nada distinto: la campaña ha sido -como siempre - un asco hostigante y perenne del lado de ARENA, una cosa risible de parte de Unidad y un mensaje muy distinto de parte del Frente - habrá que ver qué tanto ayuda a sus  candidatos tener flow -.
  • Las "propuestas" que salieron ayer son un reflejo de lo que nos atrevemos a pedir. Que la seguridad sea el tema de agenda principal, antes que la educación o la salud habla de cómo el discurso mediático sobre el mismo ha calado profundo en los últimos quince años - que es donde más se ha subrayado como bandera de campaña -. 
  • Valga decir, el espectro político de este país es cuatro propuestas de derecha y una de izquierda(s). Así se reparte el pastel. 
  • Peligroso el mensaje transmitido desde estas cuatro propuestas de  derecha: estado de sitio, militarización, ley marcial, toque de queda. Aquello del vale todo oficializado. 
  • La sensación generalizada es de poca o nula esperanza. Siempre hemos tenido la sensación de elegir el menos peor y anoche se confirmó esa idea. Las propuestas, o las ideas transmitidas dan sensación de estar sumidos en un agujero y lo que se propone no abona nada novedoso, ni  mucho menos transmite esperanza. Entre los que quieren mantener lo logrado y los que creen que van a recuperar esto en 100 días estamos rejodidos. 
  • Vendrán nuevos eventos electorales y se volverá a la idea del debate, como si - igual que la elección - fueran la solución a problemas mucho más complejos. Para entonces quizá se avance un poco más en su calidad - en términos de producción - pero seguirá siendo reflejo de la altura a la que nuestro sistema político partidario se encuentra. Y esto será reflejo de la sociedad que estamos construyendo. 
  • Si queremos calidad, hay que construirla, participar y hacer crecer la capacidad de diálogo y propuesta entre nosotros mismos; para los partidos es fácil mantener las cosas como están si no hay quien demuestre lo contrario. Ayer tuvimos otra evidencia más de que es eso lo que tenemos que tomarlo entre nuestras manos.