domingo, 26 de mayo de 2019

Ernesto, 15 años

Hace 15 años te asesinaron por un celular.
Quizá te mató otro joven como vos o como yo en aquel entonces
Yo me gradué tres años después. Justo el mismo día que te mataron.

Ese día mi abuela saldría por última vez a una festividad familiar.
Ese día tu mamá, tu hermana llorarían mucho una vez más.
Ellas me escribían antes, cuando se dieron cuenta que yo te escribía una vez al año. Tus amigos, compañeros, algunos de ellos que se volvieron propios, agradecían que yo hiciera ese ejercicio y hacían un ejercicio propio.

Hoy los veo, ya casados, con hijos, a través de fotos.

Te veo a vos a través de esta foto imperfecta que edité una vez para recordarte un año más.
Esta foto donde estás eternamente joven y dormido en la orilla del Río Negro en Perquín.


Hoy estoy leyendo sobre juvenicidio, sabés. Sobre eso y la administración de las muertes desde los estados. Es otra de tantas cosas que quizá te hubiera querido pasar.

O al menos, esta foto, editada. Vos, mi joven-eterno-recuerdo.

Seguís vivo, viste.