jueves, 10 de agosto de 2006

Del final

 sé bien como iniciar éste post (parece que ésa frase se me está volviendo costumbre). Es un poco más difícil escribir hoy, que ya puedo poner en perspectivas lo ocurrido.

Bien, como pueden ver en posts anteriores, he estado bastante gris por algo que ocurrió con Vero hace unas semanas. Sentía mucha incertidumbre (algo que me mata), tristeza, angustia, miedo, y casi nada de esperanza. Es bastante común en mí prepararme para lo peor y ante situaciones difíciles, mis pensamientos se dirigen a imaginar el peor de los casos posibles. Algo que no es muy positivo, pero que manejo mucho mejor ahora que hace algunos años. Es simplemente una de tantas maneras de afrontar la incertidumbre, es mi manera de manejar algunas cosas. Generalmente eso se acompaña de pensar en soluciones. Por lo general siempre estoy pensando en soluciones para los problemas; siendo concreto, soy un imaginador de posibilidades y soluciones.

Pues ayer pasó lo siguiente: hablé con Vero, luego de más de dos semanas sin hablarnos. Fue una charla definitoria, para la cual me había estado preparando mentalmente, pero para la que nunca habría de estar suficientemente listo. Y es que se me arremolinaban dos años de un noviazgo maravilloso, vivido a plenitud, y una amistad de cinco años en la que se convirtió en mi mejor amiga. Debo decir que fue a ella a la primera mujer a quien me mostré como soy, tratando de quitarme las máscaras que use durante mucho tiempo y la persona a la que más he amado. Y aún amo.

Ayer hablamos, creo que llegamos con la certeza de que nuestro noviazgo no podía seguir, creo que ambos caímos en cuenta que seguir habría implicado dejar de ser nosotros mismos. Y yo no puedo exigirle a nadie y menos a ella que deje de ser ella misma, y yo no puedo dejar de ser yo. Somos irrenunciables. No terminamos porque hubiera un gran problema entre nosotros, porque hubiera una pelea, un engaño o una gran mentira. Decidimos que lo mejor para ambos era dejar de ser novios.

Pero no renunciamos a nuestra amistad, a ése cariño entrañable que nos tenemos por habernos vuelto un punto de apoyo el uno para el otro. Lo de ayer fue un paso horriblemente difícil, pues ambos teníamos planes para un futuro juntos, nos era fácil soñar, nos estábamos preparando para un futuro, estábamos construyendo las bases de un matrimonio. Pues así concebimos ambos el noviazgo. Mas tengo la certeza de que nuestra amistad va a continuar, que vamos a trascender esto y que seguiremos siendo amigos durante toda la vida.

Lo que más me preocupaba antes de ayer era precisamente eso, perder su amistad, una amistad de ésas que dan sentido a una vida. Pero gracias a Dios eso perdura y eso me hace feliz. No pienso en un “intentémoslo de nuevo”, la amistad no es una excusa para ello, nuestra amistad siempre trascendió del noviazgo. Sé que no va a ser igual, creo que puede ser mejor si ambos actuamos en virtud de ésa creencia.

Quizá sólo me queda por agradecerle públicamente a ella por éstos dos años, un mes y doce días en los que nos compartimos para ser uno. Darle gracias por haberme dado tanto amor y por permitirme darle todo el amor que fui capaz de dar. Darle gracias por haber luchado conmigo, por haberse entregado, por querer vivir conmigo. Sé que va a leer esto, y quizá, como a me ocurre en éste momento, derrame una lágrima. Me queda decirle que no me arrepiento en absoluto de lo vivido a su lado y que su amor ha sido la mayor bendición que he recibido después de la vida. Y que es la mujer más maravillosa que conozco. Y que las puertas de mi casa siempre van a estar abiertas, y que mis brazos siempre van a estar abiertos cuando necesite un abrazo, que mis hombros van a estar allí para que se apoye, que mis oídos van a estar atentos para escucharle. Y que por todo el amor que le tengo deseo que sea feliz, aún si ésa felicidad implica que yo no esté en su vida. Desde mi libertad absoluta elegí decirle un día que estaba sintiendo algo distinto por ella; y desde ésa libertad elegí hacerme a un lado para dejarla seguir su camino y yo seguir el mío. Sé que ahora eso es lo mejor para ambos, Dios sabrá hacérnoslo saber si eso cambia.

Bien, creo que después de eso sólo me resta agradecerles a todas y todos Uds. que han estado conmigo en esto. A Gerardo y a Mario por dedicar tanto tiempo para escucharme y por sus esfuerzos en aconsejarme, a Aniuxa, Edith, Ixquic, Ligia, Beka y Marielos O. por sus comentarios que cayeron justo en horas de vuelo bajo. A Guidos, Manuel, Manolo, Saúl, Vero R., Curbelo, Uli, Marielos B. y Juan Diego por la escucha y por estar pendientes de mi. Gracias infinitas por su apoyo y por aguantar éstos posts donde me he desgarrado. Poco a poco iré recuperando la chispa adecuada. La tranquilidad que reina en mí pese a la natural tristeza es muy grande. Sé que todo va mejorando. Paso a paso, poco a poco va apareciendo la luz. La hora más oscura es justo antes de que salga el sol.

Quizá ahora más que nunca tiene tanto sentido la frase que puse al final del blog: Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio. Debería añadir, he sido amado. Y eso es maravilloso. Confieso que he vivido. Y que quiero seguir viviendo con ésta certeza de ser lo mejor que puedo ser ahora mismo. – qué guestáltico me he vuelto –

Sólo resta decir buenas noches. Y transcribir estos versos de Whitman. Forman parte del poema “Song of the Open Road”.

13

¡Allons! Hacia aquello que no tiene fin como no tuvo principio,
Sobrellevar mucho, vagando de día, descansando de noche,
Fundir todo en el trayecto hacia el que se tiende y los días y las noches hacia los que se tiende
Fundir todo de nuevo para emprender viajes superiores,
Para no ver nada en ninguna parte sino aquello que podamos alcanzar y no dejar atrás
No concebir tiempo alguno, por distante que fuera, sino aquel que podamos alcanzar y dejar atrás
No buscar acá y allá caminos sino aquel que se extiende y te espera por el tiempo necesario, el que se extiende y te espera,
No ver a ningún ser, de Dios o de quien fuera, sin ir hacia él,
No ver ninguna posesión que no puedas poseer y gozar enteramente sin trabajarla ni comprarla, abstrayendo la fiesta pero no abstrayendo una partícula de ella,
Tomar lo mejor de la granja del granjero y de la elegante casa del rico y de las castas delicias del matrimonio dichoso y coger los frutos de los huertos y las flores de los jardines,
Tomar para tu provecho lo que contengan las compactas ciudades por las que cruzas,
Llevar edificios y calles contigo más tarde, vayas donde vayas,
Recoger de los cerebros de los hombres, sus mentes a medida que las encuentras,
Recoger el amor de sus corazones, llevar por el camino a tus amantes junto a ti, aunque luego los dejes atrás,
Conocer al propio universo como si fuese un camino, o varios caminos, o caminos para almas viajeras.

(Las negritas son mías. El poema completo en su versión original lo encuentran aquí)


Buen día sol.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Este es un post de madurez.

Anónimo dijo...

dios.. me hiciste llorar. La verdad es lindo cuando se tiene una relacion como la que tu has descrito, creo que es muy parecida a la que tengo actualmente y los seres humanos cambiamos.. no somos los mismos.. e igual que tu somos irrenunciables... no me gustaria un dia tener que seguir nuestro camino ( el del y el mio) separados uno del otro. Fuerzas para ti, que has tomado todo del mejor modo y has asumido con mucho caracter la situacion...

me dejas llorando...

Soy Salvadoreño dijo...

Hola.
No se exactamente que escribirte pero algo me dice que debo decirte al menos algo.

Te iba a decir que algo parecido me paso hace unos años y que me has hecho recordar un puño de ese pasado que ha quedado atras, pero decirte eso no se que valor agregado le da a la conversacion.

Decirte que ayer me comprometi y le di el anillo a la mujer mas linda e inteligente de este mundo, seria caer en la frase trillada de "mañana saldra el sol para ti"...

En fin, mejor te escribo esto que lei hace un tiempo en un libro excepcional: "Más que todo lo demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida"

Cuidate mucho, y que tu corazón este salvaguardado...

Victor dijo...

Gracias a tod@s.

La verdad he crecido mucho en éstos días, a ratos me sorprendo de ello, otras veces no tanto. Pero he crecido con ésto, ha sido un gran cambio en mi vida y vienen muchos más para mi bien. Ya pronto irán viendo de qué hablo.

Soy Salvadoreño, felicidades por dar el paso valiente del compromiso con la mujer que amás. Éso que me contás no cae bajo ningún cliché, tampoco que a Beka le haga llorar mi memoria de la despedida, eso es la vida mi amigo, y por ésas cosas vale la pena caer y seguir cayendo.

Edith dijo...

Hola Victor!!!

Sabes hace poquito estaba leyendo algo por ahí y me encontre una fracesita "Aunque el corazón este herido, sigue latiendo, soñando y amando "(Las ultimas dos palabras son mías)

A veces hay mucha razon en estas frases y vos sos claro ejemplo de eso, con tus ganas de vivir, de seguir adelante, de querer, de soñar, de ser...

Un beso y como siempre todo mi cariño para vos.