Recuerdo esa tristeza profunda, adolescente, que casi me lleva a quitarme la vida. Apareciste por la casa o me llamaste, unos minutos antes de tomar una decisión que haría que éstas letras no estuvieran en internet. Con solo aparecer evitaste que siguiese un impulso de muerte, con tu apoyo, con las bromas, la escucha, los partidos de fútbol frente a tu casa vos me devolvías la vida que quería dejar ir en aquellos días.
Recuerdo que en uno de mis primeros Proyectos Educativos había subrayado con lapicero rojo aquella frase que dice que los verdaderos amigos son como la sangre, que acuden a la herida sin que se les llame. La frase la subrayé pensando en vos, que entonces empezabas a ser mi amigo. Siempre has sido así. Me has visto derramar amargas lágrimas, me has sostenido cuando me he jodido para poder caminar, has estado ahí, a pesar de todos los cambios, de los giros que hemos dado en la vida. Siempre has estado vos, en cada etapa de la vida, desde tercer grado hasta hoy, ahi estás.
Recuerdo que siempre acostumbramos mandarnos cartas. Cada retiro, cada navidad incluso esta carta que ya es pública, siempre han sido una oportunidad para decir en algunas letras lo que siempre hemos dado por hecho: esa amistad que ya tiene la mayoría de edad, y que como siempre es motivo de orgullo a pesar de que pase el tiempo y las circunstancias nos hagan movernos a ritmos diferentes. Siempre has estado firme en éste corazón que se hace siempre mas grande para darle cabida a la gente que aparece en el camino y se queda aca por mas tiempo.
Siempre te he nombrado como mi mejor amigo. Desde tercer ciclo, que es cuando ya tenía más conciencia de qué significa esa etiqueta que a vos te queda mejor que a nadie en mi vida, no he dejado de nombrarte como tal. Aún si en los últimos años nos vemos menos que en toda la vida, aún si nos toca darnos cuenta de la vida del otro a través de esas otras amistades profundas que se han soldado a la nuestra, siempre has sido mi mejor amigo.
Porque encontrarme con vos y hablar un rato es como si nunca pasara el tiempo, como si hubiesemos hablado ayer, o hace unas horas, como cuando estábamos en noveno y al venir de EPRE nos veniamos a echar otra platicada por teléfono.
No hace mella el paso del tiempo en aquello que se ha construido sólido, que se ha tallado en piedra. Pasan los años y ahí estamos, crecés otro año más éste día y así te lo celebro. No he alcanzado a verte, como tristemente nos ha pasado últimamente, pero esté donde esté, me alegro que hace veintitantos años naciste vos, mi otro hermano, el que lleva mi nombre, el que primero por quien podría dar la vida, quien en mas de una vez me trajo la vida de regreso.
Feliz cumpleaños, mi hermano. Sobra decir que te quiero.
Victor
P.D.: Sé que sólo te digo José cuando llamo a tu casa y pregunto por vos. Y que quizás sobraba decirte esto, o que pude decirte esto cara a cara, pero dejame pavonearme de nuestra amistad, uno de mis más grandes motivos de vida y de orgullo.
4 comentarios:
Un amigo...gracias por hacerme recordar que todavia es posible y lo importantes que son.
Bonito tener amigos asi.
Concuerdo con Virginia solo que al reves, la persona que es el amor de tu vida debería ser tu mejor amiga, no puedo ser diferente.
La amistad continua...
No importa cuan lejos
o cuan cerca.
No importa el dia y la hora
No importa si es hombre o mujer
La amistad es por siempre!
Mucha felicidad en estas festividades, y que este Nuevo Año 2009 este lleno de paz, contentamiento y amor para ti, tu famili y tus amigos verdaderos.
Que chivo tener amigos asi!en verdad son un tesoro, yo tengo uno desde hace 15 años, son la ley!
Feliz Navidad!
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