lunes, 16 de agosto de 2010

El futuro de la actual oposición…

Se pone en evidencia a sí mismo:
JRN1
JRN2

JRN3

Visto lo visto, poco menos podemos esperar: más de lo mismo. O peor, si es que así crecen, cuando leguen a mayores tendremos una plaga de mentes hechas a imagen y semejanza del Editorialista del EDH.

Y del otro lado no se quedan atrás, valga decirlo. Así que o se comienza a hacer educación política que vaya más allá de los panfletos y fantasmas, o llegaremos al siguiente milenio oyendo los mismos cuentos de piricuacos y narcoarenazisescuadroneros.


Victor

domingo, 8 de agosto de 2010

Para pensar

En la pared, frente a mi tengo un poster de Monseñor Romero. Es una foto en donde está en el altar, en actitud de oración en una misa bajo una ramada de palma de coco. Hay gente atrás. Una señora sosteniendo una niña, otra de quien apenan se ven sus ojos y su cabeza cubierta por una mantilla oscura. Hay otra señora viendo hacia un lado. Y un niño de brazos cruzados, diría que serio, por la profundidad de su mirada.

Pudiera sacarse muchas ideas de esa foto. La esencial para mi, la sensación de reflexión en medio de la gente, de sus problemas. La de la oración, que a la larga es también una reflexión de la propia existencia ante Dios. Me gusta esa idea de la reflexión ahí, en medio de todo el mundo, de toda la gente, debajo de una ramada de palma de coco, con el sol cayendo un poco menos, pero desprotegido ante una tormenta. A la altura de la gente y no sobre ella, en un espacio abierto y de día, no a escondidas, a puertas cerradas, de madrugada.

Habrá que preguntarse desde donde reflexionamos. qué nos rodea cuando pensamos en nuestra realidad. ¿Es en nuestro sillón, con la televisión a todo volumen, reflejando solo lo que la cámara fue enviada a enfocar? ¿Es en nuestro escritorio, a prisa y leyendo apenas los titulares del periódico, viendo las fotos que han elegido para impresionar en medio de tanta propaganda?

Habrá que preguntarse si reflexionamos, si nos detenemos e intentamos alumbrar nuestra realidad con nuestro pensamiento, con lo que creemos. Habrá que pensar si nos detenemos a pensar nuestro papel dentro de esa realidad. Habrá que preguntarse mucho si nuestras ideas, si lo que decimos defender corresponden con nuestras acciones, con aquello que apoyamos, con aquello que dejamos que ocurra a nuestro alrededor.