sábado, 26 de mayo de 2012

Ernesto

Como si nada, viejo. Van ocho años desde que te vi por última vez. Se dice fácil. Pero lo que serías hoy. Un día de estos pensaba que quizá te habría buscado para el proyecto que va empezando en mi trabajo. No le habrías aturrado la cara. O quizá estarías fuera, estudiando. Quién sabe, a estas alturas de la vida todo es una interrogante, y gente como vos era una certeza, una fuerte esperanza.


Chema dice que a nosotros, tus amigos, tu muerte debe animarnos a la lucha contra la impunidad, contra la muerte. También debemos pelear contra el olvido, contra la facilidad de olvidar las víctimas silenciosas de las muertes que se han venido y se irán regando en el país si nos quedamos de brazos cruzados.


Hace falta gente como vos, ¿sabés? colegas y compañeros que no le hagan asco a hundir las patas ahí donde la gente las tiene hundidas. Gente que se comprometa a algo más, a transformar el mundo que tienen alrededor, aunque sea con un cambio de actitud. Ya no se diga la falta que hace gente que acompañe, que sea agente de cambio adonde vaya.

Hoy conozco a una de tus ex profesoras, que también te recuerda mucho en estos tiempos. Ella y yo, todos los que te conocimos sabemos que tenías un tu algo que dejarle al mundo. Hasta hace poco no había caído en cuenta que hace 10 años estuvimos en Morazán, en casa de Rufina. Cómo nos cambió la vida desde entonces, cuanta lección aprendida, cuanto sueño que quisimos realizar y no pudimos. Hoy veo a la mara, a la que fuimos en ese viaje, los veo en el facebook, mayores, en otras ondas. Veo la foto de aquel lejano 2002, pienso en como nos marcó distinto a cada quien tu partida. Quizas hoy, diez años después de ese primer viaje donde te conocí, ocho años luego de tu viaje sin retorno, tu recuerdo permanece por lo sencillo del mensaje que nos dejaste a cada uno. 

También pienso en tu mamá y el dolor de saberte demasiado lejos, en esa sensación de haber sido arrancado un pedazo de corazón. Pienso en las mamás de tantos cipotes a los que le han cortado la vida. Pensaba en cómo se vería, desde arriba, esta ciudad con las luces apagadas y cada una de las personas que conociera a alguien que ha fallecido por la violencia que campea en este país desde principios del siglo pasado. Sería una gran llamarada. Y es que eso, tu muerte y las muertes de cada persona que perece por la violencia debería iluminarnos el camino. En medio de esta hora oscura, evitar que mas cipotes como vos perezcan, por los motivos que sean, debería ser nuestra luz, nuestro motivo.

Víctor





lunes, 21 de mayo de 2012

De Don Joaquín y los ¿nuevos? activismos


A ratos me da por reivindicar, en persona, que antes de toda esta nueva ola de activistas 2.0 hubimos quienes hablábamos ya, con algunos argumentos bajo el brazo de todo lo que habría de venir. Este y otros blogs fueron espacios desde donde se mantuvo y se mantiene una postura crítica ante las veleidades del poder, especialmente del ejercicio del mismo de parte de quienes hoy quieren dárselas de muy dignos, de muy correctos. Como los llamó nuestro amigo, el de Nazareth: sepulcros blanqueados.

"los contenidos más apegados a la verdad y menos obscenos circulan por medios tradicionales de comunicación, mientras que la basura, la mentira y la calumnia transitan vía correo electrónico, blogs y uso anónimo del espacio que otros medios ofrecen para comentar noticias o artículos de opinión.". 
(Joaquín Samayoa)
Tarde y un poco desubicado parece haber llegado don Joaquín a este mundo donde nuestro derecho a expresarnos de la manera como nos dé la gana se usa de la misma manera que una tertulia de amigos: hay quienes hablamos con libertad de vocablos, hay quienes no, hay quienes dicen verdades, a quienes no. Me pregunto qué escribiría al escuchar lo que habla la gente en la calle, lo que hablan los de los círculos que frecuenta y de aquellos a los que no. Talvéz entonces pondría a los blogs en la misma categoría que las pláticas de sobremesa, de los chambres de pasillo, etc. 

Dejando de lado la gana de cantarle "sana sana, culito de rana..." al don -aunque puede que le ofenda que se mencione la palabra "culito"-, es un hecho que de a poco más comentaristas tradicionales de los grandes medios ponen ojo a lo que se dice en estos lados. Y este maitrito no es el primero que viene a escandalizarse de la libertad de expresión de los blogs. Como diría la Virgina, da ternurita ver su reacción ante el panorama.



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Leer el comentario del don en cuestión me ha llevado a reflexionar sobre el papel de la web en torno al devenir político del país. Si bien algunos políticos no ponen atención a lo que escriben en las redes sociales o viven en la paranoia de ataques orquestados en su contra, es un hecho que tanto medios como políticos en general ponen mucha atención a lo que se dice. Los medios tradicionales incorporan contenidos de lo que sus seguidores dicen en los espacios de opinión que administran dichos medios en las redes sociales (y a ello le llaman opinión ciudadana).

Esto se veía venir y es parte de lo que va ocurriendo en el mundo. Nuevas dinámicas van apareciendo y seguramente iremos encontrando más maneras en como los medios tradicionales van encajando con el contenido en la red. Lo llamativo viene siendo como lo que ocurre en la red va calando en los medios y a su vez en la vida cotidiana, y más concretamente en la actividad política. Recientemente en nuestro país y en muchas otras partes se ha puesto de moda la organización de movidas políticas generadas por usuarios de la web (y digo moda porque habrá que ver si siguen después de las presidenciales de 2014). Repentinamente, jóvenes -en su mayoría -, tan apáticos e incrédulos de la acción política de calle, se han volcado a favor de cuatro magistrados de la sala de lo constitucional y se han organizado para demostrar su indignación ante nuevas acciones de los diputados que subrayan su nada nueva búsqueda de beneficios personales. 

Con todo y lo bueno que es que la gente se organice y haga oir su voz, que diría Ellacuría, es llamativo como estas protestas reciben no solo la atención mediática si no hasta el beneplácito de algunos sectores que siempre han defenestrado contra las reivindicaciones populares expresadas en la calle. Incluso algunos hasta se aventaron a salir y alzar su puño derecho al aire. No hace mucho,  hasta se juzgaba como terrorista a la gente que salia a protestar contra una medida gubernamental. En concreto, recordaba hace poco cuando se capturó, acusando como terroristas a personas que se manifestaron contra una medida gubernamental; parecería que un largo trecho ha pasado desde entonces (cinco años parecen ser mucho tiempo en este país), cuando escribía yo, en este mismo espacio:

" Para el gobierno de ARENA:
Terrorismo = manifestar publicamente el descontento o desacuerdo con las medidas adoptadas por el gobierno del presidente Elias Antonio Saca, vigente presidente de el partido ARENA.
Para Elias Antonio Saca y su gobierno, infunde terror que la gente ejerza su libertad de expresión en la calle, usando pancartas donde se dice que no quieren que se privatice el sistema de distribución del agua potable.
A el presidente de ARENA le infunde terror que la gente diga que su gobierno de "sentido humano" es una patraña y exprese su indignación por la saturación de propaganda pro gubernamental y pro partido ARENA. "

Me pregunto si tanto ha cambiado el ambiente social. Realmente no.

Pero las cabezas visibles, y las reivindicaciones si han cambiado. También el cómo se organizan estos movimientos y alrededor de quienes. Los líderes de los nuevos activismos salen en la tele, son invitados a hablar o a se escuchados, organizan cafés con algunos a quienes se da por llamar "líderes de opinión", son reclamados por los nuevos aglutinamientos de organizaciones "cívicas" y se hacen llamar la sociedad civil. Y acentúan el civil por aquello de que no militan, solo se indignan de manera tan civilizada que hasta papel higiénico utilizan.

A veces me da por pensar hacia donde irá todo esto. No dudo en ponerme un margen de evaluación: las presidenciales y un poquito más allá. Los ciclos de elecciones dan estos fenómenos de movilizaciones a favor o en contra de. Con seguridad desde la asamblea se darán motivos para indignarse y protestar. Con la nueva "vigilancia ciudadana", habremos de darnos cuenta -espero- de los renovados cuentos viejos de lo que ocurre en el primer órgano del estado.

Hay que decirlo, en general soy escéptico de estos ciber activismos, de lo efímero que pueden ser en la medida en que no encuentro su conexión con las aspiraciones de aquellos que no usan hashtags y no tienen famosos que los acompañen a la renovada plaza que está a medio camino de metrocentro y los modernísimos centro comerciales que con tanto orgullo señalaba Rodrigo Ávila como ejemplo de nuestro progreso como nación. Pero habrá que ver si el tiempo, ese gran borrador automático que invocaban en un cuento cuyo autor no recuerdo, logra hacer que estas virtuales líneas sean solo el manifiesto de alguien que hablaba mucho antes de ir a dormir.


Víctor