jueves, 31 de diciembre de 2009

¡Feliz año nuevo!

Sirva este post para desearle a usted que me lee, bien por primera vez o bien porque ya ha venido antes, un año 2010 cachimbón. Que sea un año en que usted y yo logramos llevar a cabo las transformaciones que necesita nuestra vida para ser mejor. Hablo no solo de cambios personales, si no de contribuir desde nuestras trincheras a llevar a cabo los cambios que nuestra sociedad y nuestro mundo necesita. Ya logramos en 2009 cambiar de gobierno en el país, hoy toca ayudar a que se den los cambios que necesita la patria, mas allá de quien sea que esté como huesped quinquenal en CAPRES. Tenemos el gran reto como país de hacer de esta crisis social un punto de quiebre para lograr un sistema social más justo. Como humanidad tenemos el enorme reto de girar el rumbo de la autodestrucción hacia la construcción de un mundo mejor.

Las crisis a nuestro alrededor son transformables toda vez y cuando usted y yo nos pongamos a hacer lo que nos corresponde para superarlas. Estamos a tiempo de construir otro país, otra humanidad. 2010 es un bonito número para escribir un comienzo. Hagámoslo.

Un abrazo

Victor

domingo, 13 de diciembre de 2009

Comentando tarifas, reformas y silencios...

Hace buen clima, un silencio relativo en casa y tengo una página en blanco, dos o tres lecturas por terminar. Hay dos correos que marqué con una bandera de atención la última vez que entré a revisar el correo del blog: uno de una lectora solicitándome comentar los recientes cambios en las tarifas del celular y otro de un lector que me pedía una copia de una entrada vieja (una en que hablaba de mi entonces novia)que yo envié al archivo personal por cuestiones del estilo que adquirió en determinado momento el blog.

Hace tiempo ya que no hablo de cosas personales en éste blog: abri Un Tal Self justamente para separar mis opiniones de la realidad nacional de lo que va ocurriendo en mi vida. Hay quien se interesa más por una cosa o la otra y ese par de correos del que hablaba antes me llamaron la atención justo por que últimamente este blog ha estado en un relativo silencio. No es que me haya alejado de la actividad online, de hecho participo con alguna frecuencia en otras redes sociales, ni tampoco es que haya perdido la gana de comentar la realidad del país o que ya por que Funes ganó ya no tengo nada qué criticar.

En mi trabajo he aprendido a volver al silencio cuando existe una saturación en el discurso, cuando uno no dice nada nuevo o lo que habrá de decir es demasiado similar a lo que han expresado antes en otros espacios. Y otra cosa aprendida es el saber guardar un respetuoso silencio cuando uno mismo solo está parloteando sin realmente decir nada. A veces lo más sensato es el silencio, el tiempo para la búsqueda de la propia voz, para no caer en la repetición de otras voces que no son la propia. Por ahí anda el asunto del silencio, del que me sacan este par de correos, cosa que agradezco.

Dicho esto, paso a comentar lo que amablemente me ha pedido Margarita en su correo y otra cosa por ahí que ha ocurrido recientemente.

Las tarifas de celular

No soy mercadólogo ni adivino, pero creo que eventualmente iba a llegar un cambio en esa política de las tarifas diferenciadas. Era una necesidad de hacer cambios en ese sentido (lo siguiente es la portabilidad de los números) y llegó el momento de hacerlo. No creo que el llamado del Presidente Funes haya hecho alguna clase de milagro, como algunos han querido mostrar. Una de las empresas lo hizo al principio como una promoción o plan aparte y debió funcionar lo suficiente como para que las otras compañías se sintiesen tentados a ello. Antes de que cayera por ley una iniciativa así, prefirieron hacer el cambio en una época propicia para mostrar nuevas promociones y planes (recordemos que esto curiosamente ocurre un par de semanas antes de la época navideña). En cualquier caso el llamado del Presidente empujó lo inevitable pero no mueve otras cosas como la portabilidad de los números o el bloqueo de los aparatos con denuncia de robo.


Las tarifas del agua

Otro tema es hablar de las tarifas del agua, que junto a los aumentos de algunos impuestos que conlleva la reforma fiscal considero se volverán un estandarte de guerra de la oposición (si es que la oposición logra consolidarse de alguna manera luego de todo el conflicto que viven desde que perdieran las elecciones presidenciales) y un tema del que mucho se seguirá hablando en los medios de comunicación. Las tarifas del agua son en cualquier caso un tema sensible, dados los problemas con el cobro de la misma y el deficiente o nulo servicio que padecemos en la mayor parte de zonas de la capital y del resto del país que tiene acceso al agua potable. ANDA fue una de las instituciones, junto a Salud, donde los gobiernos previos siguieron una estrategia de debilitamiento tendiente a buscar la privatización de sus servicios, y de ahí que no solo exista una institución con una urgente necesidad de arreglo si no además de necesidad de que esta se vuelva autosuficiente. Si embargo da la sensación que la paga se esta adelantando cuando en la institución perviven muchos vicios heredados de los gobiernos previos. Urge entonces que a la par de la reforma de las tarifas se mejore el servicio, la calidad del agua y la educación de la población respecto al uso del líquido vital.

La reforma fiscal

Yo creo que esta reforma fiscal que se está discutiendo en estos días se queda corta ante las evidentes necesidades del gobierno para llevar a cabo la reconstrucción después de la tormenta Ida y poder echar a andar los ambiciosos planes sociales que se plantearon en la campaña. Hay quienes señalan que será todo un reto para el estado aplicar algunos controles necesarios para el éxito de la reforma, y creo que al igual que con ANDA y el resto de instituciones será toto un reto hacerla funcionar conforme a las necesidades actuales sin haber llevado una limpieza de los males heredados de gestiones anteriores. Será todo un reto controlar a los funcionarios corruptos.

Recientemente ha habido bastante discusión en torno al tema en los espacios públicos de opinión, especialmente han sido muy visibles las críticas de quienes naturalmente ven una amenaza en cualquier reforma que implique pagar algo más y ganar menos, los empresarios, y quienes apoyan las iniciativas de dichos sectores. Curioso ha sido como esta vez la reforma no nace como copia de las recomendaciones del tanque de pensamiento de la derecha del país, FUSADES, y como ésta reforma no aparece luego de algún llamamiento dado durante una ENADE.

La reforma se ha aprobado parcialmente y ha generado más ruido que resultados concretos de cara a la población, creo. Mediáticamente se ha dado mayor preponderancia a las críticas de los diversos sectores afectados, siendo especialmente notable cuanto dinero han gastado las empresas licoreras y los dueños de la empresa cervecera del país (porque no nos vamos a dar paja que los empleados de dicha empresa van a tener plata como para pagar tanto anuncio en los medios), luego ha habido poco espacio a conocer los alcances concretos de unas reformas que aún esta semana se seguirán discutiendo. Habrá que ver hasta donde cede el gobierno del Presidente Funes a las presiones de las gremiales, y cómo y en qué grado trasladarán los empresarios los costos a los clientes.

Creo que a la larga, en todo el asunto de la reforma fiscal actual y las que vayan a hacerse es que mientras el sistema político siga respondiendo de forma primaria a intereses sectoriales cualquier reforma fiscal terminará siendo armada no en base al interés de las mayorías si no en cuanto se logra hacer ceder al poder económico. Mientras eso no cambie, será necesario seguir esperando a la "sabiduría" del mercado para que afloje un poco la cuerda con que ahorca a aquellos de quienes sobrevive. A menos pues que hagamos que las cosas sean diferentes de ahora en adelante. Se acerca el nuevo año y es un buen tiempo para hacerse ese y otros buenos propósitos.

Victor