domingo, 31 de agosto de 2008

Blog Day 2008

Blog Day 2008


Algo tarde, pero bueno, no ha acabado el día. Alrededor del mundo se celebra el día del Blog este 31 de agosto. La idea general es que se promuevan a otros blogs para estrechar lazos con la comunidad bloguera.

Los blogs que recomiendo este año:

(Hagan click en la captura de pantalla para ir al sitio en cuestión)



"un blend de pensamientos de terceros en cómodas quotes"

Es entretenida la variedad de cosas a las que nos lleva estas citaciones de otros sitios.



"Basta de blogs de ingratas minas solas. ¡Estar felizmente en pareja es mucho peor!"

Es un divertido blog en donde Elena cuenta las peripecias de la vida en pareja con su "Chango". ¡Es de no perdérselo!



"Un viaje personal"
Un muy, muy buen blog, con música, arte, letras, artículos para reflexionar. Muy bien hecho.



Encontrarás aquí mi atrevimiento con las palabras. Lo que me permito y puedo, y los vestigios incompletos de lo que me gustaría escribir. Indiscutiblemente esto me constituye y sostiene. Encontrarás lo que callo. Encontrarás lo que niego. Es sólo un espacio, un gesto, una estela necesaria.

El blog del amigo argentino Gustavo Camacho. Poesía, relatos, reflexiones. Vida la que se deja vivir y que Gustavo nos muestra en sus "intentos".



"Es un weblog administrado por un uruguayo nacido en 1983, hacker desde chico, blogger desde el 2005 y ex fanático del juego Ghost Recon. Aunque la temática en SpamLoco es variada, los temas principales son los consejos y trucos para mantener una PC doméstica segura y en condiciones. "


Encontré este blog buscando ayuda para algo del window$. Hallé tantos buenos consejos y trucos que siempre me mantengo pendiente de él.




¡Larga vida a los blogs!


Victor




miércoles, 27 de agosto de 2008

Del izquierdista decepcionado fantasma...

La campaña sucia en contra del FMLN y de Mauricio Funes ha tomado fuerza no solo a través del periódico de la mentira, si no a través de diversos mensajes de correo electrónico que ocupan espacio en nuestras bandejas de entrada. Uno de estos mensajes llegó al correo de un amigo y me lo reenvió con una nota:

"Buscá el nombre del izquierdista decepcionado en la pagina web del TSE, ahi dejó su DUI"

Acá los resultados:

El email:

La búsqueda del DUI 01483651-7:
Totalmente vacía.

Una de dos, o el izquierdista decepcionado puede evitar que se hagan públicos sus datos en la consulta del TSE, o es que es un fantasma.
Yo creería mas la segunda opción que la primera.

Yo no sé cual de todos los los modos en que ARENA como partido y sus seguidores está haciendo campaña política: la saturación mediática que hacen con los mensajes de sus candidatos, de la tergiversación de la información y los editoriales patéticos del diario de la mentira, del provocar la idea de una asociación directa entre el Frente y temas negativos en los periódicos, de las publicas pataletas caricaturescas de su candidato a alcalde, de la utilización de obras públicas como si fueran acciones de los candidatos a un puesto político, etc.; no sé cual de todos esos medios me resulta más patético, más insultante a mi inteligencia y a la del resto de mis compatriotas.
Yo me tomaría mas del medio segundo que me tardo en cambiar de canal, de estación o de página, para ver u oir qué tienen que decir los candidatos de ARENA, si no estuviera harto ya de tanta estupidez que transmiten por todos los medios posibles y con las que nos saturan a diario. Y ojalá fuera al menos cierto aquello de lo que acusan a la oposición, ojala fueran creíbles sus acusaciones, pero cuando señalan con el dedo las pajas en los ojos de la oposición se olvidan de las vigas que cargan sobre los suyos, y se olvidan sobre todo que por vivir señalando los errores propios no les queda chance de transmitir su mensaje, si es que tienen algo creíble que decir.

Victor

P.D.: Bien haría el TSE en proteger mejor nuestra información privada. Me sentiría mas seguro si todos los datos pudieran verse solo si se digita el numero de DUI y el número que solicitan para poder incluir la foto en la consulta.


Otros comentarios al respecto en la blogósfera salvadoreña:
"Las mentiras que la prensa publica...Campaña Electoral", por Hunnapuh
"Esas publicaciones deben desaparecer", por Ernesto Rivas Gallont

lunes, 25 de agosto de 2008

Me invade una certera sensación de no encontrar, de entre tantas cosas que pudiera comentar, algo que postear. La realidad da tanto que pensar, el país tiene tantas cosas sobre las que siento necesario hablar, decir algo, sacar a luz, dar mi punto de vista aún si nadie lo quiere saber. Pero me invade también el hastío, el no querer saber, el querer desconectar del tono reflexivo del blog y hablar de otras cosas. Siento la responsabilidad de querer poner algo sobre lo que pasa, pero también siento que yo, personalmente voy en otra dirección en éste momento. Sería delicioso poderle poner una pausa al mundo, pero no es posible. Dada mi extroversión, tiendo a necesitar hablar sobre las cosas para ponerlas en orden en mi mente y seguir adelante.

Victor

jueves, 7 de agosto de 2008

La verdad no admite dudas...



Transcribo parte del segmento de un documental o reportaje hecho para el Canal Infinito. Entrevistan a Roberto D'aubuisson Hijo, diputado por el departamento de La Libertad y miembro del partido ARENA sobre el progreso alcanzado en nuestro país.

Presentador: Dónde deberíamos ir si quisieramos ver señales del progreso que trajo ARENA, progreso material. Si quisiéramos ir mañana a ver algo así, ¿adonde deberíamos ir?
Traductora (dirigiéndose a D'aubuisson):  Infraestructura...
Roberto D'aubuisson hijo: (suspiro)... eeh... ehhh... deben ir a.. estee... no sé...a la parte del este... ¿han estado en San Miguel?
Presentador: Si
Roberto D'aubuisson hijo: ¿Estuvieron ahí?
Presentador: Si


Roberto D'aubuisson hijo es miembro de ARENA casi que por herencia, ha participado directa o indirectamente en las actividades de dicho partido probablemente desde su niñez. Si desde hace más de 20 años ha sido lider dentro de su partido (segun publican en su perfil como legislador), esperaríamos de él respuestas contundentes a una pregunta tan clara como la que le hace el periodista. 
Si a mi me preguntaran, como buen salvadoreño amante de las pupusas: "mire joven, ya que usted dice que las pupusas son el plato típico mas delicioso de su país, digame un buen lugar adonde puedo ir a comprobar su afirmación"; no dudaría en replicar que vayan a un par de pupuserías acá cerca de mi casa, otras en Nejapa, o en Los Planes de Renderos, en Olocuilta o en Antiguo Cuscatlán. 
Ante lo que es verdad - al menos para uno mismo - no hay duda., no hay "eeehh" antes de iniciar una respuesta. Pero quizás ni ellos mismos se creen. La verdad triunfará siempre. Aun si ellos saturan los medios de comunicación con mentiras como las que publica ese diario.

Victor

lunes, 4 de agosto de 2008

Yo, el psicólogo... (2a Parte)

Como decía en el post anterior, yo entré a la carrera sin tener un gran panorama sobre ésta. No me imaginaba lo que me esperaba. Trataré de ir manteniendo un orden cronológico.

El inicio en un ambiente en donde no había ni una sola persona conocida fue para mi, algo novedoso. Cuando sali del colegio y entré a estudiar biomédica tenía a buena parte de mis compañeros de colegio como compañeros de clase, aunque definitivamente nos separamos por afinidad. Al entrar a la UCA no conocía a nadie en absoluto, sin embargo hice mi primer amigo - que se volvería uno de mis ejores amigos para lo que resta de vida - gracias a que al salir del primer examen de admisión yo me encontraba un poco ansioso y quería fumarme un cigarro. Eso me llevó a hablarle a un chamaco que iba saliendo también del examen y que estaba fumandose un "Free" (ya no existe esa marca). Le pedí que me vendiera un cigarro y me lo regaló, nos fuimos platicando sobre el examen y de ahi nos dimos cuenta que ibamos para la misma carrera, y que yo podía ayudarle a él en un problema que tenía con una PC del trabajo. Desde entonces comenzamos a platicar y trabajamos juntos en el curso de admisión y demás.

Yo estaba acostumbrado a que las materias me exigieran la práctica sistemática de una serie de reglas para resolver problemas, y no la comprensión y síntesis de un material escrito. Sin embargo por mi afición a la lectura ésto no me era ajeno y no me resultó un gran obstáculo. Siempre se me dieron bien las materias en las que lo principal era leer. El curso de admision pasó sin más novedad que el darnos cuenta que de un grupo de veinte, eramos solo tres hombres. Algo nuevo para mí, que venía de estudiar en ambientes donde la mayoría eramos hombres y que teníamos más o menos ciertos antecedentes que nos facilitaban el trabajo en grupo. Acá el asunto era distinto y lo noté desde el principio, algunas compañeras eran mucho más eficientes para trabajar, otras mucho más sensibles hacia cuestiones como el poner un "ellos y ellas" y no un "ellos", otras compañeras tenían hijas o hijos que hacían mas complejo el ponerse de acuerdo para hacer un trabajo.

Al iniciar el ciclo nos incorporamos al grupo - bastante mas numeroso de lo que imaginaba - que había ingresado en el semestre anterior. Como ya traían algún "background" y ya habían formado grupos de trabajo, relaciones entre sí, el grupo que recién nos incorporábamos debió formarse aparte e irse acoplando poco a poco a la dinámica del otro grupo. Las primeras materias fueron algo bien agradable, conocer cuestiones sobr ela historia de la psicología, o de historia de la región centroaméricana fue algo muy grato.

Sin embargo me llevé mi primer chasco en el primer parcial de historia de la psicología, me saque un nada agradable 5 de nota que pegue en un lugar visible de mi cuarto como recordatorio de que debía ponerme las pilas. Las materias introductorias, con los experimentos que se llevan a cabo como parte de las mismas eran emocionantes, el acoplarme a una dinámica distinta de trabajo en grupo, de cómo estudiar un material, eran un reto.

Al iniciar a estudiar psicología mi idea era que al salir buscaría estudiar sexología en algún país de Hispanoamérica. El interés vino en parte de darme cuenta de tantos problemas derivados de la falta de educación sexual en la juventud con la que tenía contacto constante, y también de ver que ese era un campo que me permitiría tanto trabajar educando y dando terapia, que me atraía mucho. Al ir conociendo las materias me fui dando cuenta que había mucho, mucho más campo de trabajo que el que me imaginaba inicialmente. Y de a poco me iba dando cuenta de una serie de prejuicios que desde otras profesiones y desde la gente común se tienen sobre la psicología y quienes nos dedicamos a ella.

Al nomás ingresé a la carrera, uno de los temas de conversación - y que sigue saliendo con frecuencia - era que yo "analizaba", "psicoanalizaba", "leía la mente" de las personas mientras hablaba con ellas. Aún hoy me da algo de risa eso, porque es algo retórico. Todas las personas, incluso aquellas con daños cerebrales, realizamos cierto análisis de lo que las otras personas nos dicen con su lenguaje verbal y corporal. Analizamos el entorno, y nuestras propias reacciones, de ese análisis - la mayor parte deveces inconsciente - es que respondemos de una forma u otra a lo que se nos dice. Pero dejando de lado esto, el hecho es que me tocaba detenerme a explicar que yo no era un psicoanalista, que tampoco era un adivino, y que si, mi carrera me daba herramientas para entender cómo funcionan ciertos procesos que se dan en las personas y que bajo ciertas condiciones podía ocupar dichas herramientas para ir un poco más allá de lo que la persona me estaba diciendo o dejando de decir. Además, reiteraba, yo no hago más de lo que todas y todos hacemos normalmente, solo que tengo otros puntos de vista que voy aprendiendo en la carrera. Sin embargo usar éstos conocimientos es también algo natural; si a un ingeniero aeroespacial le enseñara yo una de las teorías existentes sobre la personalidad, ese conocimiento lo utilizaría también en sus relaciones personales, agregaría eso al análisis que siempre hace sobre el mundo y las personas que le rodean.

Hoy me detengo menos a dar esa explicación. Tampoco a definir que es la diferencia entre un psicólogo, un psicoanalista y un psiquiatra; que suele ser una confusión relativamente común. Tampoco le paro mucha bola cuando me preguntan si acuesto a la gente en un diván de cuero. Con el tiempo me iba dando cuenta de la clase de prejuicios que hay sobre mi carrera, incluidos los que señala Walter en su carta que da origen a este post.

Ciertamente al estudiar cualquier carrera a un nivel superior, tu perspectiva sobre muchas cosas cambia. Una jovena lideresa cristiana que se mete a estudiar teología tendrá otro modo de ver su propia praxis religiosa luego de estudiar la carrera. Un médico quiera o no comienza a identificar signos de problemas de salud en las personas que le rodean conforme avanza en sus conocimientos sobre la medicina. Por decirlo de algun modo, el prepararse académicamente en una rama del conocimiento te amuebla la mente de un modo en que acomodás la realidad de manera distinta a como la tenías antes de entrar a dicha carrera.

En mi caso, como psicólogo, "el amueblamiento" acomoda mucho de lo que veo en términos de cómo se dan ciertos procesos interpersonales o como se manifiestan procesos intrapersonales. Un sociólogo o socióloga posiblemente me vea más como miembro de cierto grupo social, en relacion con éste y con el resto de grupos sociales, etc. El hecho es que hay quienes creen que uno de psicólogo o psicóloga se la pasa cavilando sobre la autoestima, los traumas infantiles y etc. Ciertamente lo hacemos, como cualquier otra persona piensa sobre sus propios problemas. sus cuestiones del pasado, etc. La diferencia es que tenemos otros aspectos que tomamos en cuenta, y quizá eso nos haga más o menos complicado el pensar sobre nosotros mismos o mismas; y bueno, también tenemos otros términos para hablar de ciertas cosas, pero ¿quien no lo hace? ¿acaso no hay chistes que sólo un ingeniero o ingeniera entenderá bien, o platicas en las que un médico utiliza términos técnicos que hacen que te quedés en la luna?

¿Estudiar la carrera implica volvernos inauténticos o inauténticas? ¿Dejé de ser yo por que ahora tengo otros elementos de análisis sobre mi existencia y sobre el mundo que me rodea? Pues hasta donde sé, no. En mi caso, elegir una carrera por vocación y no por conveniencia me hizo volarme de encima una enorme y pesada máscara de inautenticidad. Pero ojo, es mi caso. Elegí la carrera por mi vocación de servicio y por mis intereses particulares. No soy de los que eligieron la carrera buscando entenderse más a sí mismos, o que buscaban asi poder "curarse" a sí mismos de sus cuestiones personales. En esos casos no sé hasta que punto ésta carrera o cualquier otra les haría volverse más o menos distintos o distintas, pero con certeza puedo afirmar que estudiar psicología o ser psicólogo o psicóloga no es una garantía de una buena salud mental, asi como haber estudiado medicina no es garantía de un buen estado de salud, ni ser economista te hace una persona rica.

Con todo esto quiero decir que sí han habido cambios en mi, pero nada distintos a los que hubiera tenido si hoy fuera meteorólogo, o astronauta. El ser psicólogo no me volvio raro, antes de entrar a la UCA yo ya era una persona que encontraba palcer escuchando los problemas de otras personas, ya me interesaba entender los cómos y porqués lo que hace la gente, ya me gustaba leer, ya me ahuevaba por estar solo, ya me había deprimido un tanto por cortar con mi primera novia, ya me preocupaban los problemas de mis papás, etc.

Con esto que afirmo en el párrafo anterior quiero subrayar que no he dejado de ser yo por elegir mi profesión, me he reafirmado en lo que soy. Por eso elegí mi carrera, porque era lo que se apegaba a mis intereses y a mi vocación.

Al elegir ser psicólogo, estaba eligiendo ser yo mismo.


Victor

P.D.: Quiero agradecer nuevamente a Walter por su confianza en transmitirme sus inquietudes. No solo fue bonito el que me pidiera que hablara sobre mi carrera, tambien provocó una valiosa conclusión personal que me debía a mí mismo últimamente. Y dicha conclusión creo que pueda servirle para despejar sus dudas. Afirmaba San Agustín que si la raíz del amor está dentro de ti, nada puede salir sino lo que es bueno. Yo amo lo que hago y trato de hacerlo bien.

Pronto estará listo el perfil que pedía en su correo. Esperamos poder trabajar estos días en ello.



domingo, 3 de agosto de 2008

Yo, el psicólogo... (1a Parte)

S. C. para usuario 02-ago (2 días antes)

Que tal, antes de todo muchas gracias por su tiempo.

Solo quiciera preguntarle algo por que yo quiciera entrar a estudiar psicologia y pues me pregunto si al ser psicologo uno se la pasa examinando a la gente o analizandose uno mismo, osea ya uno no ve la vida como antes, me entiende? No quiciera perder mi escencia, lo que yo soy. Quiero estudiar psicologia por que quiero ayudar a la gente, tambien por que quiero entenderla, pero seguir siendo yo. Varios me han dicho que los que estudian psicologia "se vuelven locos", "se ponen raros", "cambian", etc... pero nadie es psicologo, asi que se lo pregunto a uno, usted, necesito saber la verdadera respuesta y esta me la puede dar usted, asi que esperare su respuesta con ansias y espero que me diga toda la verdad jejeje. Gracias de antemano y que Dios le bendiga a usted y los suyos. Att. Walter

P.D: si tiene tiempo podria decirme cual debe ser mi perfil para estudiar psicologia, osea que caracteristicas debo tener para saber si soy apto para la carrera. Gracias

Walter, te agradezco la confianza en trasladarme éstas inquietudes. Acá en Alta Hora te voy a responder desde mi experiencia personal la primera parte de tus inquietudes. Las relativas al perfil para estudiar la carrera las resolveré más adelante con la ayuda de Ligia en Psicoloquio, nuestro blog dedicado a temas relacionados con la psicología.

Ahora, a lo que me preguntás. Te voy a contestar contándote mi historia de como elegí ser psicólogo y de como en el camino descubrí esas dudas que me planteás y como se me han ido resolviendo. Lo haré en dos partes, porque despues de un buen rato me doy cuenta que va a ser bastante larga la historia. Acá voy.

Desde principios de los '90 yo formé parte de un grupo infantil en la iglesia, que luego se volvería un grupo de preadolescentes y posteriormente un grupo juvenil. Siempre me destaque por ser de los que más participaban, bien en las actividades o bien al hablar de cualquier tema. Además siempre fui alguien bastante serio, formal, como suele decirse. Por ello se me asiganron responsabilidades desde chico, no tanto porque fuera un lider carismático - aunque nunca fui alguien cohibido - si no mas bien porque era formal para trabajar y tenía cierto prestigio por mis conocimientos, facilidad de expresión, etc. El volverme lider del grupo fue algo que vino con el tiempo.

Cuando yo salí de noveno grado, había decidido estudiar Bachillerato en Electrónica, y luego me imaginaba estudiando Ing. Biomédica, algo que sonaba "chivo" y de la que decían que uno se lucraba bastante bien. Conforme avancé en mis estudios en bachillerato iba descubriendo que si, la electrónica era interesante, retadora y potencialmente lucrativa. Biomédica seguía sonando como algo "cool" y representaba un reto aún mayor, pues de mis compañeros nadie iba a esa carrera al finalizar bachillerato porque muy difícil y no sé qué. Terminaría ingresando a esa carrera al salir de bachiller.

Al volverme lider no solo tenía las responsabilidades propias del cargo si no además debía velar por el bienestar del grupo, de las personas que formaban parte de él. Evidentemente tenía amigos y amigas con quienes compartía problemas e inquietudes, y varios buscaban en mi un consejo o un apoyo. Y eso me daba mucho gusto, aun si después a quien había ayudado me dejaba de lado cuando había salido de su problema. Durante mi bachillerato este rol de lider del grupo y de apoyo para algunas y algunos de sus miembros se fue acentuando, aparte de darme cuenta de muchos problemáticas que vivían las y los jóvenes de mi edad, y de que me sentía capacitado para ayudar en muchos casos y en otros no porque no terminaba de entender porque habían quienes se comportaban de cierta forma.

El hecho es que se iba dando el descubrimiento de un profundo interés por ayudar a las y los demás, el gusto en ver que alguien había salido adelante con sus problemas con un poco de mi ayuda; paralelo a ello me iba dando cuenta que estudiar electrónica y luego biomédica no me hacía igual de feliz. No por que me encontrase falto de capacidad, si no porque simplemente no me llenaba tanto. Una noche, luego de haberlo estado pensando por mucho tiempo caí en cuenta de que en diez o quince años no me veía feliz arreglando aparatos de hospital o trabajando con equipamiento médico, etc. Y caí en cuenta de que en mi era mas relevante el interés por ayudarle a la gente, a las y los jóvenes, y que además me gustaba más leer que hacer diagramas de circuitos.

En el colegio donde hice bachillerato tuve mi primer contacto con la psicología. Las clases de Psicología de la Adolescencia que nos impartía una licenciada muy carismática (y además, muy guapa) me hacían resonar algo en mi y de alli que me quedara a veces platicando con la psicóloga, preguntándole por la carrera, lo que hacían, etc. Al terminar el segundo año de bachillerato me entusiasmaba la idea de estudiar esa carrera luego de graduarme como Ing. Biomédico.

Cuando tuve ese "caer en cuenta" del que hablaba en un párrafo anterior me fue evidente que lo que antes consideraba como una atractiva segunda carrera se me volvió el llamado más fuerte: siendo psicólogo podía ayudarle a la gente que quería ayudarle, podía dedicarme a educar (algo que también me daba gusto), y podía contribuir más directamente a algo que aludía una parte del lema del grupo: "por un mundo nuevo..."

Para mi mamá era evidente desde hacía tiempos que no me encontraba a gusto estudiando biomédica, y me lo cuestionó en más de una ocasión. Mis amigos también lo notaban y me lo plantearon. Llegó un momento, al tercer ciclo de la carrera en que me exigieron que fuera sincero con mi familia y que planteara mi necesidad de cambiarme de carrera. Y ese fue el golpecito que necesité para hablar con mi mamá primero y con mi papá después.

Las reacciones de ambos fueron diferentes. Un cambio de ruta tan drástico no es fácil de asimilarlo, especialmente si has estado invirtiendo una cantidad significativa de dinero en ello. Yo planteé en un inicio que trabajaría para costearme la carrera, dada la reacción de "nos has hecho gastar tanto dinero en todo éste tiempo para venir a salir con ésto"; fueron momentos muy pero muy difíciles en mi relación con mis padres. Sin embargo mi papá dijo que me apoyaría en mi cambio, bajo ciertas condiciones. Y así fue como se definió el cambio.

Inicialmente yo tenía dos alternativas para estudiar la carrera. Mi primera opción era la UES por economía (la cuota no era tan alta y además me podía ir caminando a la universidad) y además mis papás estudiaron allí. Sin embargo era mitad de año y no me daban equivalencias, tendría que entrar como alumno de nuevo ingreso y eso implicaba retrasarme seis meses más. Mi segunda opción era la UCA, por calidad académica y por prestigio. Aparte que era de la universidad en que yo sabía que dicha carrera producía conocimiento constantemente.

Me fui a la UCA, e inicié a mitad de año. Ya llevaba encima la carga de haber gastado dos años y medio (uno de bachillerato y uno y medio de universidad) en algo que no era lo mío, y que además provocó un buen gasto a mi familia. Además de eso, entré con la carga de no tener ni la mínima idea de a qué iba. Mi cambio fue en mucho por instinto, por esa corazonada fuerte de que mis habilidades y mis intereses encajaban perfectamente con la psicología. Y no andaba lejos, la verdad.

Pero encontré muchas cosas que no me imaginaba, y que las contaré en la segunda parte de éste post.

Victor