domingo, 28 de enero de 2007

Catarsis del Cansancio

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Pablo Neruda




Bien, acá estoy. Me van a disculpar la ausencia, no he escrito por falta de ánimos, cansancio visual, emocional, mental, físico, existencial y porque dentro de la avalancha de cosas que he estado haciendo, no he hallado el tiempo para venir a escribir de una manera decente y con un tema que valga la pena.

En cierto modo, me estaba cansando de venir únicamente a relatar mis experiencias cuando hay tantas cosas que van pasando en nuestro mundo que vale la pena comentar y de las que me habría gustado hablar pero haciéndolo como me gusta: leyendo bien al respecto y haciendo luego la estructura de lo que quiero poner.

Pero bueno, ya ven que mis "demoños" siempre secuestran el proceso creativo y a la larga siempre terminan leyendo cosas sobre mi vida, lo cual no es malo, pero a su servidor no termina de cuadrarle la idea por aquello de que quiero hacer algo positivo con la oportunidad que tengo de que alguien más me lea.

Ojalá que este devenir mío les sirva de algo, al menos de entretenimiento, y ojalá sacasen provecho de mis verborréicos escritos. Yo la verdad me he leído y a veces saco lecciones de cómo no volver a escribir un post, o de cómo puede expresarse algo corto en un montón de palabras. Aunque la verdad de las cosas es que no puedo evitar releerme sin pensar que esto o aquello lo pude haber dicho así o de este otro modo.

Resulta interesante cómo ésta característica mía (una suerte de perfeccionismo no generalizado) también se vuelve un determinante de mis progresos en la tesis: releo constantement elo escrito y entre corregir y volver a escribir, añadir y quitar cosas gasto mucho tiempo.

Uno de los problemas de tenerme de único compañero de tesis es ése, a veces me enfrasco en nimiedades como: "X señaló que en ocasiones extrañan a Y" escrito de cuatro formas distintas, y quedarme con que ninguna me gusta. El otro problema es que me exijo un montón de cosas y al final me invade un valeverguismo extremo y opto por no hacer nada porque estoy enojado conmigo mismo o me invade una autoindulgencia inoportuna. Y no tengo quien me diga "Puta Victor, ¿donde está lo que tenías que hacer?"

Quizás por cosas así es que no he escrito, porque yo sabía que si venía a escribir un post, se me iba a a salir el tema de la tesis y al hablar de eso me iba a tener que enfrentar con éstas cosas que hasta ahorita pienso detenidamente y que no voy a borrar porque necesito decirlas. ¡Arrrgggg!

A veces (ok, siempre)me canso de estas cosas de mí mismo, porque me han acompañado durante años. Hace un tiempo encontré que éste patrón de comportamiento tiene sus origenes en cuestiones del pasado pero el problema es que aquí y ahora (que es lo que realmente importa) me están jodiendo la vida.

Ahora venía de platicar con Saúl, un amigo entrañable con quien suelo tener pláticas exquisitas, y justo cuando iba a pasar el penúltimo túmulo antes de tomar la calle que lleva a mi colonia (nótese el nivel de detalle del recuerdo) pensaba en que de algún modo siempre me topo con la piedra: altas expectativas, esfuerzos intensos de corta duración. Como querer derretir hierro con una llamarada de tusa.

Y a mi me pasa algo

-interrupción, quiero copiar ésta letra que me trastorno lo que iba a decir:

Hervidero de palabras
solo escucha tu alma
el lenguaje universal
toneladas pesan nada
cuando solo flotas
sin mas que pensar
(Río Babel, Gustavo Cerati) -

Decía, a mi me pasa algo terrible, y es que sé el problema y la solución más sensata y no puedo ponerla a funcionar. A veces me canso de detenerme a mí mismo. Paradójico que venga a decir ésto si en teoría he tomado una postura coherente con la idea de dejar que las cosas fluyan por su propio paso en la medida de lo posible, pero no siempre puedo. Últimamente no puedo. Y la carga de culpa que eso me genera es pesada y dolorosa. Porque no es cualquier cosa saber el mapa del laberinto y no salir de él.

Bien, así estoy. Recuerdo ahora que todo lo grande está en medio de la tempestad. Maldito Heiddeger y su maldita frase que se me pegó como mantra. Algo saldrá de todo ésto. Despues de todo, mas adelante podré decir - como me dijo Edith una vez - "Lo bailado nadie me lo quita".

Gracias por venir y mantenerse pendientes, loc@s diamantes.
No se olviden de brillar, para eso existimos.


Victor


P.D. Siempre paso a leerles, por ahi he dejado una que otra huellita. Prometo no tardarme tanto para el otro post. Parecerá mentira, pero me siento descargado. Gracias por presionar.

5 comentarios:

ixquic* dijo...

"Porque no es cualquier cosa saber el mapa del laberinto y no salir de él."

tu lo has dicho!, pero sin duda se sale, verlo de lejos es chivoooo

Anónimo dijo...

Victor, que buen volverte a leer de nuevo, ya habian telarañas en el blog :p

Espero que sigas bien con la tesis

Saludos

Marceluqui dijo...

Huy bichito ya me estaba preocupando que que ondas con vos por que no escribias... pero la verdad es que en lo que he podido he seguido de cerca lo de tu tesis y se que te ha tocado jaladito...

= Miles de besos para tí y ánimos... yo sigo = viendo como le "rompo la madre a la floja" ajajaaja...

Aldebarán dijo...

Bueno, ya te desahogaste y ya te leímos. Con lo de la tesis, sólo hay una dirección: ¡p'alante!

Con la redacción, simplemente escribí las cosas y luego, un par de días después, la revisás. Con eso podés romper el perfeccionismo que te da en el momento de escribir. Si todavía tenés dudas, es que no has dejado enfriar lo suficiente el texto.

Ánimo.

Unknown dijo...

Que chivo! pasaste por mi casita..!!

Te extrañe mucho, ojala postees pronto.

No se como, siento que te conozco.jaja..

bueno, cuidate.