viernes, 22 de junio de 2007

Día del Maestro

En mi país se celebra hoy el día del maestro. Recuerdo que hace tiempo leí porque era la celebración éste día, pero no tengo a la mano el dato y no se establecieron conexiones neuronales tendientes a almacenar dicha información.

Muchas de esas redes neuronales que facilitan que yo les escriba más o menos bien (según el gusto del lector/a) se deben al trabajo de hombres y mujeres que incidieron en mi proceso de aprendizaje bien sea a través del modelo bancario: "yo enseño, vos memorizás" o de enfoques más constructivistas: "vos estás construyendo tu conocimiento, yo te facilito el proceso".

También incideron a través de su actitud frente a mi curiosidad y/o ganas de demostrar que sabía: "Victor, deje que otro compañero conteste" "Mirá Victor, deberías leerte este libro" "Qué has leído ahora, Victor" "No desperdiciés tu capacidad, cipote*".

Estuvieron los que me dieron grandes lecciones de vida: "Castro, no ande creyendo ni pensando, que un día se va a creer cuche** y se va a hartar toda la mierda", "Victor, usted no puede quedarse sólo con lo que se le da en clase, aproveche que le gusta leer y lea mucho" "Jóvenes, que su título no se vuelva un pedestal que les haga sentirse por encima de los demás para pasarles aplastando las cabezas a su paso", "Un psicólogo debe ser mal pensado todo el tiempo", "Hay que sistematizar, escribir todo lo que vayas sacando de la experiencia", "Hay que centrarse no sólo en el resultado, es necesario que desentrañe el proceso", "A lo concreto, Victor, vamos a lo concreto"....

Han habido muchos maestros y maestras en mi vida, justo ahora recuerdo los buenos augurios que me hacía mi maestra de preparatoria, la niña Merceditas hasta los de el Dr. Zetino, mi asesor de tesis. Todos ellos pusieron en mayor o menor grado su esperanza en mi y quiero con éste post, recordarles. Y no sólo porque me invada la nostalgia al recordar a cada profesor y profesora que tuve, si no también al pensar en las historias de cada uno; lo que intuyo ahora, años después de haber pasado por sus clases, que algunos daban dos y hasta tres turnos de clases en el día para sacar adelante a sus hijos, que algunos tenían constantes problemas de salud y a pesar de ello seguían al pie del cañón de la clase.

No, no idealizo a mis maestros y maestras, muchos de ellos tuvieron fallos, como cualquiera; pero sin la labor que desempeñaron, no sería lo que soy. Y creo que eso refleja algo que muchos olvidamos y es que somos fruto de múltiples esfuerzos, esfuerzos que deberían fructificar no sólo en la procura de un bien personal si no también en tratar de devolver eso que recibimos y que nos ha llevado a ser lo que somos.

No sólo es recordar a los maestros y maestras, no es solo hablar de lo injusto que se es con ellos tanto en la remuneración y beneficios que reciben de su labor. Es reconocer que para aquellos que hemos tenido el privilegio de pasar por la escuela (algo que tristemente sigue siendo un privilegio, pese a ser un derecho), son el segundo modelo que tuvimos de como es una figura de autoridad, de como es un hombre y una mujer, segun el caso.

La escuela es, luego de la familia, el segundo agente socializador de las personas cuando estas acceden a la misma. Alli se aprenden valores, normas sociales, se adquieren conocimientos y muchas otras cosas. Y eso de la mano de "los profes" y "las seños", que no solo son un transmisor de datos o un facilitador del proceso de aprendizaje, si no además un modelo de comportamiento, un referente social, alguien en quien nos reflejamos hacia lo que quisieramos ser o no ser.

En virtud de ello, se trata de reconocer que sin ellos, la sociedad como tal funcionaría bien distinto, y en vista de ello habrá que darles su lugar en la misma. No sólo haciéndoles homenajes si no procurando que reciban la formación adecuada, que tengan las mejores condiciones posibles para realizar su vital labor, que la retribución económica que reciban sea la correcta. Y mas allá de eso, que quienes nos hemos visto moldeados por su labor, seamos a la vez, reproductores de la misma, desde nuestras posibilidades: no negarle a nadie nuestro conocimiento, ponerlo al servicio de los demás. Eso creo yo al menos, fue algo que me dijo un profesor hace tiempo: " No te quedés con el conocimiento para vos solito, como si fueras azadón, que todo jala para adentro... ponelo al servicio de los demás, eso es lo que importa."

Brillen, crazy diamonds
Feliz fin de semana.

Victor

P.D.: Se les recuerda de que se está organizando la segunda reunión de bloggers salvadoreños. Ojala puedan asistir quienes no llegaron la vez pasada.

*cipote: niño, chico.
**cuche: cerdo

1 comentario:

Mariocopinol dijo...

dado q te dejo tantas satisfacciones y comprendes tan bien el importantisimo rol q juegan al forjar mentes futuras, deberias considerar el magisterio como una opcion para ti, no, no es broma, es en serio