martes, 2 de junio de 2009

Sobre el Discurso del Presidente Funes y las reacciones en ARENA

Se comienzan a apagar los reflectores de la emoción, el júbilo de las consignas y los alegres estallidos de la pólvora. Si bien el tono político general es bastante tranquilo (incluso el editorial de hoy del EDH no viene tan lleno de descalificaciones hacia Funes), no faltará alguno gritando que "Ahí vienen los comunistas!", u otros hablando de "hordas de irrespetuosos" celebrando a los gritos el momento histórico que vivimos. Es indudable que éste 1 de Junio ha sido profundamente emotivo para todo El Salvador, los acontecimientos del hoy están cargados de muchos significados, del ahora y del pasado.

Quienes apostamos por el cambio no podemos negarnos el derecho a sentirnos victoriosos, aún cuando nuestra celebración deba ser corta, pues la realidad está ahí y la carretada de problemas que hereda el nuevo gobierno es enorme. Quienes no apostaron por el cambio y, aún más, creen haber entregado al país a las garras de algo de la misma potencialidad maligna que Belcebú, se sienten hoy en el profundo vacío del no saber qué y cómo hacer cuando han perdido las condiciones en que ha crecido o vivido en sus tiempos más cercanos.

El discurso de Funes fue más allá de lo que muchas y muchos esperamos, especialmente en términos de la honestidad con que se refirió a las responsabilidades de los problemas nacionales que hereda. Señalando que el pueblo no era el culpable si no los 4 gobiernos anteriores, dejó marcado que la búsqueda del entendimiento para alcanzar una unidad nacional no será un ejercicio sin memoria o sin justicia. Toca pues poner a marchar esas ideas que ha esbozado en su discurso, y a hacer honor a sus declaraciones en torno a la figura de Mons. Romero como inspiración para su espíritu.

Si eso último es cierto, Mauricio Funes habrá de saber que reacciones como las expresadas por Cristiani y otros miembros de ARENA o sus partidos satélites serán no solo las primeras, si no quizá las más suaves. Amenazas veladas como las que el ex-presidente que inició las reformas neoliberales ha hecho, son solamente la punta del iceberg del modo en como ellos habrán de ser oposición. Dado que dentro de su repertorio de actuación política es escasa su capacidad de diálogo y búsqueda de entendimientos y sobrada su prepotencia, lo esperable es que no den tregua al nuevo gobierno para que este lleve a cabo reformas estructurales que afecten los privilegios que se acostumbraron a recibir durante veinte años.

Habrá quien crea que el discurso arenero de ser "oposición vigilante" u "oposición constructiva" será cierto, creo que baste recordar que ese discurso se entonó cuando perdieron la Alcaldía de San Salvador en 2003 y 2006, y ya hemos visto como se las gastaron desde los primeros días contra la gestión de la Dra. Menjívar desde el Diario de Hoy y al final con Norman Quijano rayando el insulto a la Dra. en cada ocasión que declaraba algo y en sus alusiones a los ciudadanos y ciudadanas como "pensadores con las patas". Ademas, quienes tengan un poco más de recorrido en la vida, recordarán el estilo de oposición que fue ARENA durante los períodos en que gobernó el Ing. Duarte, escenario no lejano de lo que podríamos esperar en éstos tiempos.

La famosa tregua de los cien primeros días, que se supone tradición en las democracias, es un escenario improbable en nuestro país, donde una ARENA golpeada por el triunfo del FMLN y resquebrajada por sus luchas de poder internas buscará recuperar fuerza y confianza de cualquier modo. Las verdades que vertió en su discurso Funes han sacado a relucir ya en un par de discursos tempraneros la realidad que sigue imperando en nuestro país, ARENA sigue siendo la misma y desde esa premisa habrá que construir las estrategias para convertir en hechos las intenciones de Funes y su gabinete de gobierno.

Revisando sus declaraciones post discurso y el comunicado emitido por el COENA (pag.39 en la edición epaper de LPG), lo lógico es esperar una profundización de acusaciones sobre que Funes no ha buscado la concertación o la ha roto con sus señalamientos y, por otra parte crear una imagen de no tener un interlocutor claro para concertar. Eso claro, además de decir barrabasadas como esa de que Funes desconoce los datos de los gobiernos anteriores o que ellos construyeron la democracia y que la representatividad del FMLN dentro del gabinete gubernamental atenta contra la idea de la meritocracia.

La memoria de la dirigencia arenera es evidentemente parcial y/o no conocen los mínimos de historia de El Salvador, pues no recuerdan que el sistema democrático llegó empujado por el pueblo, a costa de ser reprimido por las dictaduras militares del siglo XX (quienes eran patrocinados por la oligarquia de aquel entonces, de la cual ellos son herederos de privilegios y costumbres). Tambien parece que no funciona la lógica en ellos, dado que lo esperable es que si Funes llegó al poder bajo la bandera del Frente, se busquen primariamente miembros del mismo para hacerse cargo de los puestos de importancia del gobierno, práctica común en cualquier democracia y de la que ellos han hecho desafortunado uso en el pasado, donde pusieron funcionarios por criterios políticos antes que por cualidades y conocimientos del área de trabajo.

Lo evidente es que desde el primer día usarán el poder mediático para socavar la confianza en Funes y su equipo de gobierno, asi como para hacerse ver como los profetas que previnieron que ahí venía el lobo. Como alguien bien señalaba hace unos días en no recuerdo donde, la campaña para las siguientes elecciones ya ha empezado. La campaña sucia adquirirá nuevas formas y todo es cuestión de esperar un poco para verla funcionando.

Ante este escenario no queda más que estar a la expectativa de los pasos que dará el nuevo gobierno para sobrellevar esta resistencia de ARENA y los sectores más fuertemente asociados a ella. El camino claro pasa no solo por el diálogo con los principales dirigentes de cada sector de la vida productiva y política nacional - incluyendo esos mismos que con seguridad confunden de antemano vigilancia con otros términos más desafortunados -, si no la generación de un diálogo nacional donde la población tenga el protagonismo. Modos de hacerlo hay muchos, y la urgencia es creciente si se quiere generar unidad nacional; el momento para ello es ahora que la población le da un amplio voto de confianza y espera gestos simbólicamente concretos como el de restregarle en la cara a ARENA lo nefasto de sus veinte años en el poder.

Para nosotros, ciudadanas y ciudadanos queda pues aprovechar éste momento, no solo observarlo y reventar cuetes. Como señala el amigo Aldebarán en mi post anterior, es hora de elegir que papel jugaremos en éste momento de cambio. Así sea.

Feliz semana del cambio

Victor

1 comentario:

Clau dijo...

"semana del cambio"...vaya, no se me había ocurrido así.

A mí realmente me encantó que dijera lo de los gobiernos anteriores y ver la cara de Saca. El hombre (Mauricio) es listo, no iba a decirlo durante la transición, cuando lo escuché en el discurso en vivo sólo pensé "vaya pues, que lo callen si pueden" ja ja.

Hay gente de derecha que está de acuerdo con el discurso, aunque sospecho que son los que no apoyaban la forma como se eligió a Ávila.