domingo, 22 de julio de 2007

Evocando recuerdos, animando al cambio


No sé que tienen los domingos por la noche, pero usualmente se prestan (en mi caso y en el de algunas personas que conozco) para una suerte de dulce nostalgia. Generalmente en las radios ponen música romántica, varias baladas y canciones cortavenas que estuvieron de moda hace años y, porqué no decirlo, no dejan de resonar en nuestros recuerdos. Sin duda transportan a otras épocas de ilusión o desilusión, o épocas donde la pasamos difícil o fuimos muy felices, qué se yo.

Cuando estudiaba sobre la memoria en mis años de estudiante (no fue hace mucho) me asombraba de la manera en como cierta imagen puede reactivar tantas conexiones neuronales, y hacernos no sólo evocar cierto pasaje de nuestra vida, si no además los sentimientos que ahora despierta ese recuerdo evocado o los sentimientos de ese momento y que quizá siguen siendo los mismos. Sin importar los esquemas teóricos que expliquen eso, el hecho es que ciertos detalles del ambiente nos hacen recordar momentos, nos hacen sentir de nuevo. Y vaya que hay ciertas situaciones, como la lluvia, que nos hacen sentir el deseo de hacer algo, en mi caso, salir a caminar y sentir la lluvia, o bien ver la lluvia mientras escucho un blues (o escuchar Riders on the storm) y me fumo lentamente un cigarro. Son pequeños detalles los que nos activan conexiones que nadie más entiende tan bien. Aunque hay cosas que nos suenan de manera parecida.

Hablaba con Mario ahora mientras nos echábamos un café, veíamos caer la lluvia y escuchábamos canciones que habían puesto en la gasolinera donde acostumbramos a irnos a hablar paja, y recordábamos años de colegio, cuando sonaban esas canciones, cuando se despertaba en nosotros "la malicia". Y quizá sólo quedaba suspirar pensando en esos años. Hay un grupo de canciones a las que yo llamo "canciones de domingo por la noche" y me recuerdan esas épocas.

Pensando en eso venía de regreso a casa, mientras disfrutaba esta canción:




No pude evitar pensar en los ultimos acontecimientos que se han ido dando en los últimos días. Pervive la polarización política, existen abusos de poder, la gente esta cansada de todo ésto, los espacios para expresar el descontento son pervertidos por el partido en el poder y sus medios afines, comienzan a verse ciertos signos que a quienes vivimos la guerra y, especialmente, a quienes vivieron la época antes de la misma, les evocan, les despiertan recuerdos de esa época. Manifestaciones de las personas reprimidas de manera violenta por los cuerpos de seguridad (ejército con tanquetas incluido), los protestantes presentados con un mote despectivo ("subversivos" en aquella época, ahora "terroristas"), miembros de movimientos sociales encarcelados por criterios políticos antes que criminales, miembros de sindicatos y otros movimientos sociales asesinados, un discurso abiertamente confrontativo desde los medios de comunicación. Hay muchas personas a quienes esto les suena a algo ya vivido, a algo a lo que no quisieran vivir de nuevo.

El hecho es que esos temores no son solo traumas, no son solo cuestiones del pasado que no fueron cerradas por las personas. Son signos de la incapacidad de la clase política para coexistir en un verdadero sistema democrático, son signos de un conflicto que no hizo más que evolucionar a otra forma de existencia. Son signos de una sociedad que sigue con sus relaciones humanas larvadas de raíz, como bien apuntaba Martín-Baró hace casi veinte años. Tristemente, los problemas de ese entonces, los de antes de la guerra incluso, siguen existiendo y son pocas las luces que se avistan para un verdadero cambio. La insensatez sigue existiendo en quienes orquestan la polarización desde los partidos políticos, desde los medios de comunicación; la injusticia ha crecido desde quienes con el poder económico que detentan, siguen subyugando a la inmensa minoría a sobrevivir en condiciones paupérrimas.


Baró decía que el reto no era sólo atender los destrozos que provocó la guerra, si no no se trataba de construir un hombre nuevo en una sociedad nueva. Yo creo que aún tiene vigencia esta aseveración que hizo hace tanto tiempo el padre. Creo que es urgente que pensemos si esto que somos como país ahora es lo que queremos para nosotros, para nuestro futuro. Creo que es hora de ir despertando y comenzar en la acción individual a deslarvar nuestras relaciones sociales, creo que es hora de ir perdiendo el miedo a unirnos para deslarvar nuestra sociedad, nuestro sistema político, a cambiarle el norte al sistema económico del país y centrarlo en el justo desarrollo de la mayoría y no solo en el enriquecimiento de quienes se han aprovechado desde siempre de cómo funciona nuestra sociedad. Como se dice en cierto momento de la misa: " En verdad es justo y necesario".

Feliz inicio de semana a todas y todos.

Victor



*La canción se llama "Hard Times (No one knows better than I)" y es de el genial Ray Charles. Espero les haya gustado.

** Estoy trabajando en un nuevo proyecto en la blogósfera, esperen noticias pronto, estoy bastante ilusionado al respecto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que chivo esta lo que escribiste y la canción lo MAXIMO !!!!!
Por cierto muy inspirador lo que escribís para empezar la semana , insisto, la canción le da el super toque (ya llevo tres veces escuchándola y creo que va para largo). Resulta que dormí mas de la cuenta en el día y ahora al no poder dormirme (es mas de media noche) me dió por leer mis blogs favoritos y ha valido la pena!!

Victor dijo...

[cara sonrojada]
Muy agradecido por tenerme en tus favoritos. Que tengas una excelente semana y ojalá logrés hacer al menos uno de esos pequeños cambios que sumados dan una nueva cara al mundo.

De la canción, pues qué decirte, es exquisita..

Saludos

Victor (tambien desvelado por tomar mucho café)

JC dijo...

La canción es buenísima. Suerte con tu proyecto