Un año más.
Y te seguimos recordando.
Y llueve hoy como esa noche en que te llovió por última vez.
Entonces estabas solo con Dios.
Ahora estás con el y nosotros estamos sin vos.
Y nos haces falta, Tambo.
Vaya que se me da vuelta el corazón cuando paso por esa parada de buses donde te vi un rato antes de que apuraran tu llegada a los brazos del Padre amoroso del que le hablábamos a la gente en semana santa.
Y ahora que llueve, recuerdo tu cara esa noche. Y la noche siguiente, cuando te vi dormido para siempre.
Y recuerdo cuando nos despedimos de vos.
Todavía me duele, que te hayás ido tan rápido, Tambito.
Todavía se me nublan los ojos con ese vapor indiscriminado de los sentimientos encontrados.
Todavía te me aparecés en mis oraciones, todavía estás adentro.
Porque no te vas a ir nunca. Seguís con nosotros, hermano, amigo.
Y hoy escribo estas líneas, pensando en que no se olvide el mundo de vos.
Porque sos más que una cifra del recuerdo.
Ernesto Miguel Ávila Mártir, vive.
Y te seguimos recordando.
Y llueve hoy como esa noche en que te llovió por última vez.
Entonces estabas solo con Dios.
Ahora estás con el y nosotros estamos sin vos.
Y nos haces falta, Tambo.
Vaya que se me da vuelta el corazón cuando paso por esa parada de buses donde te vi un rato antes de que apuraran tu llegada a los brazos del Padre amoroso del que le hablábamos a la gente en semana santa.
Y ahora que llueve, recuerdo tu cara esa noche. Y la noche siguiente, cuando te vi dormido para siempre.
Y recuerdo cuando nos despedimos de vos.
Todavía me duele, que te hayás ido tan rápido, Tambito.
Todavía se me nublan los ojos con ese vapor indiscriminado de los sentimientos encontrados.
Todavía te me aparecés en mis oraciones, todavía estás adentro.
Porque no te vas a ir nunca. Seguís con nosotros, hermano, amigo.
Y hoy escribo estas líneas, pensando en que no se olvide el mundo de vos.
Porque sos más que una cifra del recuerdo.
Ernesto Miguel Ávila Mártir, vive.
Victor
4 comentarios:
Tienes razón. Sigue vivo.
Mis respetos para vos y sus demás amigos.
Descanse en paz.
Gabriel Gálvez
Que decir de tambito, el que llegó por primera vez a morazán cuando era alumno del externado san josé,fué mi compañero de esas semanas santas juntos. le llegué a conocer y a querer. para llamar a las bichas teníamos que pegarnos a un poste de luz para que el cel tuviera señal!! así era tambo recuerdo su risa, las interminables charlas en la noche matando zancudos, peliando con una vaca por un mango, a ver quien llega primero.. las caminadas en morazán, en chalate, su ultimo viaje.. se nos enfermó en el camino, toda la semana la pasó así, pero no se regresó, Aún duele recordar ese día, esa llamada tuya victor en la mañana!! "Sabés qué, mataron a tambito" te dije no me jodás, y me dijiste es cierto, mis ojos se nublaron y las lagrimas salieron, perdimos un buen amigo, hermano un compa.. se lo mandaron antes al colochon..
Tambito Vive!!
4 años... todavia se siente aca, y no puedo dejar de derramar lagrimas y de reclamar a los cielos porq nos lo quito... pero sigue en todos nuestros corazones y jamas se va a ir, gracias por hacerle honor victor.
Arturo
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