lunes, 22 de junio de 2009

Algunos recuerdos de mis maestros y maestras

La señorita Glenda me hizo sentir especial aquella vez que me dejó estampados sus labios en el cachete derecho, porque una vez más me había destacado en el cuadro de honor. Esa vez iba cantando a casa algo asi como que era feliz. Esa sensación de satisfacción porque alguien ajeno a mi familia reconocía mis méritos ha sido impagable cada vez que se ha dado. La primera vez que la sentí fue entonces. Igual que cuando el Hno. Carlos me llevaba a 9º grado, a leerles a los alumnos de aquel nivel, para que vieran que un niño de 6 años leía de corrido mejor que la mayoría de ellos.

La primera vez que fui consciente de adelantarme al resto de mis compañeros, fue con la Srta. ¿Miriam? -no recuerdo bien su nombre-, cuando me permitió comenzar a escribir con lapicero y no con lápiz, como la mayoría de mis compañeros aún lo hacían. Con ella y con una de las religiosas del colegio descubrí que no cantaba mal las rancheras, ni las canciones religiosas.

A don Carlos Alberto Joya (si alguien que me lee lo conoce, dígale que éste servidor le recuerda con gran aprecio) le debo en mucho mi pasión por saber de todo un poco, aquellos concursos que hacía para estimular nuestro aprendizaje a través de la sana competencia, sus ferias de ciencia, marcaron en mi vida mi pasión por las rocas, por conocer más de cada materia. Con esos pequeños gestos reafirmó una tendencia mía a querer saber más, a curiosear, a leer, a aprender.

Del Prof. Crespín aprendí a hacer mapas conceptuales, que tanta ayuda me han dado hasta hoy, cada vez que los hice en la universidad, para aprehender cosas como la causalidad estructural, la patogénesis del TLP. Lo recordé mucho, y agradecí esa forma de explicarnos cosas de Idioma Nacional al hacer mi propio esquema sobre las trasnformaciones psicosociales al interior de la familia del migrante.

Al Prof. Águila le agradezco que estimulase nuestra agilidad mental para hacer cálculos matemáticos, no siempre fui el primero en llevarle los ejercicios que daba en clase, pero esa competencia por llevarlos antes que Torres me ayudó mucho a concentrarme y a hacer las cosas bien y rápidamente.

A Fermán le agradezco sobremanera aquella lección de buscar la solución sencilla, su manera de enseñarnos a descomplejizar creativamente los problemas de despejes que nos ponía a hacer.

A Chus le agradezco la cercanía, el tacto para ayudar a corregir el camino sin estigmatizarme en un momento complicado de mi vida. A Argueta esa forma de demostrar que se podía ambicionar a más, y aquella su lección de seguridad en mis opiniones: "Castro, no ande creyendo ni pensando porque un día se va a creer que es cuche y se va a hartar toda la mierda."

A José Luis el haberme abierto los ojos respecto a la maravillosa complejidad del fucionamiento de la mente humana en su asiento biológico, a Óscar su inspiración a tomar en serio mi carrera como una herramienta de trasnformación de la realidad nacional, al Dr. su apuesta por mi como investigador, su apoyo durante todo el proceso de tesis, para llevarme mas allá de lo que yo me planteaba en un inicio y hasta defender mis planteamientos cuando no fueron comprendidos.

Ah, si sacara cada cosa que debo agrader a cada maestro y maestra que tuve en mi vida me quedo corto, seguramente. Éstas son solo algunas líneas, cosas que me he acordado mientras pensaba que quería dejar constancia de que yo no sería yo si no fuera por ellos y ellas. Que si bien ha sido mi esfuerzo el que me ha llevado a ser lo que soy, ellos y ellas me señalaron el camino, me dieron ánimos, me dieron las herramientas o me empujaron a hacer uso de mis capacidades y a llevarlas mas allá. Cuando pienso en mis maestros y maestras solo puedo decir GRACIAS.

Sueño con algún día tener la oportunidad de devolver lo que ellas y ellos me dieron en las aulas por las que pasé. Me viene de herencia y tuve grandísimos ejemplos. Que Dios las y los bendiga.

Victor

4 comentarios:

Jerry H. dijo...

Entiendo el sentimiento, para mí el Sr. Álvarez (mate 5o grado) y su manera respetuosa, Sr. Lozano (ciencias 9o) y su animo permanente, José Luis (ya sabés), Carlos Iván (PsicSoc) por su apoyo y Lic. Merci (Educativa) por ser mujer talegona... Feliz día del profe y gracias por el espacio Vic.

Hunnapuh Xbalanque dijo...

Creo que todos debemos mucho a nuestros maestros, desde primaria hasta la universidad, siembre hubo alguno que nos marcó mas que otros pero a todos debemos agradecerles por haber contribuido a darnos algo de lo que hoy somos.

Y no todos tenemos ese don "divino" de enseñar ni la vocación de educador, eso es algo de lo que debes sentirte orgulloso y agradecido.

Saludos.

Ricardo Hernández Pereira dijo...

Víctor, qué buen post. Sabes, los buenos docentes, aquellos que entregaron más que su tiempo y sus energías, aquellos que entregaron su corazón son y serás siempre recordados por sus estudiantes. Creo que todos les debemos algo a nuestros maestros.
Saludos!

Verónica dijo...

Aprovecho tu espacio para enviar saludos cariñosos a cada uno de aquellos docentes que nos hicieron sentir como un caracol feliz.