lunes, 23 de julio de 2012

Orillas del Acelhuate y otros crecimientos

Algunos hechos recientes me recuerdan cómo a la orilla del Acelhuate crecen milpas hermosas, berros verdísimos y gordísimos rábanos.

En general últimamente me encuentro por demás escéptico ante todo lo que va ocurriendo. Y es que al menos para mí, los usualmente finísimos hilos con que usualmente se mueven todas las cosas en estos lados van quedando cada vez más claros. La gente nuevamente va quedando en dos roles: los excluidos de siempre y los azuzados de toda la vida. Fuera de ellos, las fachadas, las máscaras en el baile sempiterno de la lucha por el más mínimo resquicio de poder sigue teniendo cada vez rasgos más grotescos, más simiesco el gesto, más burlesca la carcajada fingida.

Foto de Mauro Arias, de El Faro (La economía del agua muerta)
Traigo a colación lo del Acelhuate por que con todo y lo novedoso y esperanzador que pueda resultar ver a los  movimientos ¿ciudadanos? de reciente cuño, con ellos me ocurre con la verdura nacida a orillas del río donde va parar toda la inmundicia de la capital; se verán hermosísimos cuando se venden a orilla de la carretera, pero igual se sabe que por dentro llevan alguito de lo que corre a la orilla donde han surgido. 

Independientemente del color de camiseta que se les ocurra poner, de los sagrados símbolos que se les ocurra "apropiarse" para dejar visible sus propuestas, demandas, consignas, etcéteras, con las formas novedosas u ortodoxas de hacer explícita su inconformidad o aquello que dicen defender, igual y da la sensación de - para quien no compra a ciegas - un poquito a las heces y demás linduras que corren por ese símbolo de la ausencia de límites al poder y a todo lo que pulula alrededor de ello.

Valga decirles, como a todos los seleccionadores que vengan, les aplicaremos el cliché de "hay que darles el beneficio de la duda", nomás un tiempito más para que se vea con más claridad el color del fustán.
Más allá de eso, quedarán preguntas, como siempre: ¿Adonde encontrar un signo de esperanza? ¿en el hastío de la gente? ¿en el descrédito de los actuales políticos? ¿en que la salida a la calle sea ahora un recurso "in"?


Sin ser un experto, pero con mi atrevimiento usual, digo que pienso que la esperanza siempre estará un poco más allá, adonde no apunten las cámaras. Muy seguramente alrededor suyo y quizás no se ha dado cuenta. Lo más seguro es que esté ahí, donde siempre, donde menos obvio nos resulta: en nuestras propias acciones, si es que elegimos tal alternativa.

Eso, de la constitución y demás linduras hablamos otro día.

Víctor

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La nota esta equivocada ahí esa foto es del Río Las Cañas siempre en Apopa cerca del caserío Los Menjivar

Victor dijo...

Gracias por señalarlo, en efecto es el Río Las Cañas. En el pie de foto original (el del artículo citado como fuente de la foto), se señala que es ahí.