domingo, 25 de junio de 2006

Apuntes sobre mis tardes y la poesía. Y la Maya.

En tardes como ésta, con un poco de nubes sobre el cielo y algo de nostalgia en mis verbos, pienso en esa mujer de quien ustedes conocen el nombre.

Usualmente dejo que me invada su ausencia, y disfruto escuchando un buen guitarrista. Un poquito de Stevie Ray Vaughan, otro de B.B. King,algo de Steve Vai o de Steve Morse. Dejo que me desgarre el alma un poco la guitarra. A pesar de que la amo, nunca aprendí a tocarla. Simplemente simulo que deslizo mis dedos sobre el mástil y me revuelco un poco en la saudade que me provoca "Don't answer the door", "For the love of God" o "Little Wing". Hace dos años me daban ganas de escribir un poema cuando estaba así. Graciosamente, desde que ando con Vero, no escribo poemas. Le he hecho algunos, si. Pero ya no me entra aquella desesperación por escribir que me venía antes.

Recuerdo una vez que venía en una 44, fue tanta mi desesperación, que saqué el cuaderno y empecé a escribir. Nunca desarrollé por completo una disciplina de escritor. Digamos que eran más que todo escritos catárticos, pequeños pedacitos de mi que se repartían como programas de feria en aquellos papeles que en tardes como ésta, cuando me pongo a ordenar mi cuarto y mis ideas, encuentro:
Aquí, donde las lluvias
buscan parejas en eclipses,
ha surgido un canto.

En las tibias piernas de los fusilados
acaban de pacer las urracas
que habrían pisoteado
el más inquieto campo.

Una ballena confiesa
su profunda devoción
y los pericos le permiten
ahogarse borracha de fábulas.

La retórica de un caracol
escupiendo lava a las nubes
estalla para darse
un atraco de luces candorosas.

Y la cima de las estrellas
para el olvido
y remueve los destinos.

En alguna descripción que hice sobre mi, señalaba que tiemblo con la poesía. He invertido mucho tiempo y dinero en comprar libros. Muchas veces he olvidado adrede entregar libros de la biblioteca, porque me da cosa no terminar de leerlos. Porque cuando voy y encuentro nuevos libros de poesía me emociono y saco hasta cinco libros, y los leo y releo. En parte por eso mi rendimiento era el justo para mantenerme con un promedio aceptable.

Este loco amor, lo desarrollé desde mi adolescencia. Como muchos, empecé leyendo a Neruda, a Dalton y a otros escritores que exige el programa de educación. En mi caso, se vio exacerbado por mi apasionamiento por la lectura. Ya para entonces era obvio para los de mi casa que si yo estaba leyendo, era necesario gritarme para que escuchara. Ya había leído algun libro de poesía, pero nunca me pegó. Sin embargo vinieron las hormonas y los duendes en algun momento y lograron que me enamorara de la poesía.

Desde esa época empecé a poner mis ideas en un cuaderno. Por motivos puramente estéticos no voy a transcribir nada de ésa época. Baste decir que me da pena. Con el tiempo, fui leyendo más y más, y la calidad (si es que hay alguna) fue mejorando. Al menos expresaba mejor lo que quería. Gracias a los consejos de alguien a quien considero un amigo y mentor en materia literaria probé con el el cuento, leí mejor poesía y me volví más atento a cualquier racha de inspiración.

Desde hace más o menos dos años escribo pocas cartas, menos poemas y ningún cuento. Ideas tengo por ahi, revoloteando. En estas dos o tres semanas de escribir este bolado al que muchos critican por su carácter personal, han revoloteado más. A ver si salen por debajo de las uñas y no por los oídos.
"La vida es un largo embrutecimiento. La costumbre nos teje, diariamente, una telaraña en las pupilas; poco a poco nos aprisiona la sintaxis, el diccionario; los mosquitos pueden volar tocando la corneta, carecemos del coraje de llamarlos arcángeles, y cuando deseamos viajar, nos dirigimos a una agencia de vapores en vez de metamorfosear una silla en un trasatlántico...

...La poesía es siempre lo otro, aquello que todos ignoran hasta que lo descubre un verdadero poeta"
Oliverio Girondo. 1932
"Espantapájaros (Al alcance de todos)"
Buenos Aires: Editorial Losada

....:::::....

Les debo una presentación. Les he mencionado a la Maya y no les he enseñado quién es.
La Maya es una Rottweiler de 5 años de edad. Fue un regalo de cumpleaños ansiado desde la adolescencia. Ha sido el mejor regalo de cumpleaños que he recibido. En mi imaginación era un macho y se llamaba Goyo, pero mis amigos, en alianza secreta con mi papá me la trajeron hembra.
Es, como muchas perras, la niña de la casa. Y es todo lo que una rottie puede ser: una perra con un excelente carácter, guardiana de su casa y de sus dueños, un amor expresivo con la familia y los amigos. Y un cargamento de sustancias fétidas. Pero eso es otra cosa.
Se deprime cuando me voy, se resiente conmigo y me mueve las cerca de dos pulgadas que tiene de cola. Ama las galletas rellenas Lido, le dan miedo las tormentas, come frutas y verduras. Me ha salvado de un asalto y he llorado por ella cuando ha estado enferma y ella me ha besuqueado cuando yo he llorado.
Es un ángelito negro al que le apesta el aliento. Es mi perrota, mi superdog, mi tantonta, mi fiera salvaje, etc.


Si, me puse sentimental y personalista. Pero esa cuadrúpeda a la que tengo que bañar con frecuencia, tiene significado en mi vida. Es parte de esas pequeñas cosas por las cuales vale la pena vivir y por las cuales la lucha por cambiar el mundo no es tan desagradable al regresar a casa.

Gur bai.

4 comentarios:

manuel peña dijo...

amigo victor, me he sentido tremendamente identificado con tu post, por la nina pues, y sin lugar a duda es mentira que los cuadrupedos no sienten,ellas entienden perfectamente lo que uno siente y uno entiende perfectamente lo que ellas sienten, eso es lo bello cuando ellas por instantes deciden dejar de ser perros y solo son escencia, es entonces cuando vos sentis que estan cerca...

Unknown dijo...

Mucho gusto!!

Qué linda... pero me da miedito jajajajaja... Lo de la poesía... De músico, poeta y loco... Pues sí... pero en proporciones distintas tenemos... Yo creo que soy muy musical pero ni en pedo canto o toco... pero loca... ufa!

jajaja


Saludos :)

Victor dijo...

Gracias por sus comentarios, Mario y Manuel...
De loco es de lo que más tengo, Aniuxa. Por eso tengo un blog. jejeje

Fuera de bromas, yo me considero un melómano y un canófilo. Pero sobre todo, amo la poesía, tanto como para que de los libros que he comprado, quizá un 75% son de poesía. Y de lo que he escrito como intento de literatura, y sin mediar calidad, hayan más de 200 páginas de poemas y unas 10 de cuentos.

manuel peña dijo...

hey esencia se escribia asi, jeiin cabal senti que tire el cumazo yo solo