viernes, 2 de junio de 2006

El Salvador es chiquito pero la tiene grande....

Mi post de hoy es una suerte de carta respuesta al post de este día de mi buen amigo Mario, a quien el pasado 30 de Mayo le robaron en su casa mientras él y su familia no estaba. Él se pregunta sobre qué es lo que podemos hacer para parar esta epidemia de violencia que vivimos en nuestro país. Yo tengo algunas ideas, no siempre esperanzadoras, pero ideas al fin. Y dice:

Mario:

La situyaciçon de nuestro país no está que digamos la mar y sus conchas, el promedio de 11 asesinatos diarios, es algo quede acuerdo a los parámetros de la OMS ya es una epidemia. Es una realidad dura y jodida, pero como decía ayer, Dios no nos pone una cruz que no podamos cargar. Aunque parezca que hemos ido demasiado lejos como sociedad, que ésto ya nos sobrepasó, que lo mejor es huir de este lugar, etc.; creo que hemos olvidado que como toda situación generada por personas, puede ser detenida.

Porque no es voluntad de Dios que nos matemos unos a otros, como te recordaba ayer, respecto a tus ganas de tener un arma-para-coladear-mañosos. Es voluntad de Él que construyamos una sociedad donde el amor al prójimo sea la base fundamental de la convivencia diaria, donde la justicia sea condición sin equa non para la conducción de los pueblos. No es Su voluntad que hayan 11 muertes violentas un viernes de Junio, ni tampoco es Su voluntad que la avaricia de unos pocos no permita que se comparta una pequeña parte de los beneficios de las actividades que realizamos tod@s l@s miembr@s de la sociedad para benficiar a la mayoría especialmente empobrecida.

Porque la respuesta tu pregunta, parte desde ahí. Mario, vivimos en una sociedad global forjada sobre la acumulación de riquezas y de poder, sobre unos pilotes tremendamente exentos de amor al prójimo, injustos para con quien no puede apegarse a la dinámica del más fuerte. La estructura de ésta sociedad, forjada a lo largo de miles de años por repetición de patrones de comportamiento ya jiede a podrido: lo que ha pasado en tu casa es uno de tantos tufos que echa. Esta estructura, así como ha sido forjada puede deconstruirse. Así como un edificio cualquiera puede derrumbarse, así también esta estructura social. Eso sí, lleva tiempo. Han sido generaciones enteras las que hemos vivido bajo esta situación, y acá están las consecuencias de nuestros actos y los de nuestros atepasados; más ésto puede cambiar. Posiblemente nosotros no veamos los cambios, pero estamos abonando para el bienestar de gente como tu sobrina, o Diego, o los hijos de tu tía. Es una tarea que nos trasciende pero que nos involucra.

Sé que esto choca con la idea de nosotros mismos como salvadoreños: estamos acomodados en esta situación de mierda y dificilmente alguien nos saque de esto. Nadie lo haría, casi nadie se mete a salvar a un buey que se ha ido en un barranco, excepto el dueño y el propio buey, que lucha por salir. Y en esa imagen esta el asunto: querer salir de ello.

Cuando tenés un porqué siempre hallás el cómo, suelo decirles; y en esto nos pintamos los salvadoreños-hacelotodo, con ingenio podemos parar esto. Pero todos unidos, lo cual cuesta un vergo. Pero para mientras vas convenciendo a otros de eso, algunas ideas que se me ocurren:

Desde lo que hacés, busqués construir un mundo mas justo. Aunque sea alrededor tuyo, pero ya es un cambio.
No favorezcás que siga habiendo corrupción en ningún sentido: no aprovecharse de las debilidades de las instituciones para tu propio beneficio, no adelantarte en la cola, devolver el dinero de más, etc.
Ni irrespetes a las leyes ... y Sobre todo, no tolerés que otros las irrespetemos. Poné el dedo en la llaga cuando sea necesario: tené los mismos huevos que tuvo Jesus para sacar a los mercaderes del Templo diciéndoles la verdad.
No te valgás de tu posición, conocimientos, dinero, etc. para pasar por encima de los demás.

Chele, hasta esos mañosos tienen perdón de Dios, y Él es quien inspira el perdón en nosotros.
Esos cambios locos de los que hablo son los que se me ocurren. Mirá que tengo sueño. Si hay algo de lo que estoy seguro es que El Salvador es un cutuquito de tierra, es chiquito. Pero la tiene grande, como dice la Choli. La tiene grande a la gente que quiere cambiar el mundo. Como vos y yo, más o menos.

Que Dios te bendiga. Y a Uds también.
Gur naigt...
Ideas quiere la guerra Mario. Cuando tenés el porqué siempre hallás el como

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