All apologies...

Se supone que debí haber escrito ayer. Está bien, se disculpa, ayer empecé el seminario de graduación, ya voy a empezar la tesis. Me esperan seis largos meses de trabajo, salidas a campo, enfrentamientos con mis propias debilidades acerca de la carrera, frustraciones, cambios de enfoque, etc.

Pero no se vale. No importa que esté la tesis esperándome, que las definiciones de variables me chancoman el tiempo. No se vale porque éste blog es un reto personal a organizar mi pensamiento y expresarlo de la manera más constante posible. Este soliloquio virtual y público debió ser actualizado.

Porque hay de qué hablar, siempre. Porque estaba el día del médico para hablar de eso, porque fui a una fiesta donde reinó la tolerancia y ante la que me enfrenté al conservadurismo de mi familia y a mis propios prejuicios, porque también estamos enfrentando una etapa difícil con Vero y su horario y mi necesidad de ella, porque esta Astor Piazzolla, Michael Bublé y B.B. King, porque está la lucha por ir a caminar aunque sea treinta minutos al día y porque hay un movimiento a favor de la paz y una comunidad bloguera salvadoreña que merece ser comentada.

No es que no hubiera de qué hablar, y no es que no hubiera tiempo para hacerlo. Es esa lucha de siempre con la voluntad de hacer las cosas, con el atenimiento, con el poner excusas para todo. Es la lucha con esa parte de mí que no me deja ser lo que quiero. Pero estoy hablando de mí en tercera persona, soy yo el que no me dejo crecer y avanzar, soy yo mismo quien no acepta de mi eso que soy y que puedo dejar de ser.

Entonces, partiendo de la base de la aceptación, acepto lo siguiente: Dejo las cosas a última hora, detesto las cosas por obligación, no soy metódico para hacer las cosas, soy desordenado, como por gula, soy cómodo, me da hueva levantarme temprano, soy valeverguista, ya no se me ocurre otra cosa.

Ok. Ya está dicho. Comencemos con lo que debí haber hecho.

El viernes pasado fue el día del médico. Celebramos con mi papá y todo bien, excepto que su trabajo, tan valorado socialmente está siendo pobremente remunerado por las compañías aseguradoras y eso lo deprime y lo coloca en una situación económica delicada. Ése es el futuro de la salud en El Salvador, dice él, una cuestión delicada y en manos de las aseguradoras, con un gremio desunido y vorazmente competitivo, hasta extremos de olvidar cierta ética profesional. Pinta feo, sin duda. Más aún si los sindicatos del ramo de salud, se enzarzan en luchas por el poder y las prebendas y se olvidan de que están para velar por el bienestar del empleado en pro de lograr un mejor servicio para todo el pueblo salvadoreño.

El sábado fui a una fiesta de cumpleaños de una gran amiga, se la organizó su novia y otros amigos. Había que ir disfrazados de algo. Vero se disfrazó de reina de fiestas patronales. Yo de cirujano o casi. Vero se veía bonita, radiante con su sonrisa, su mirada y esos perjúmenes que me suliveyan, habíamos pasado el día juntos y eso apaciguó mi ánimo, medio tetelque por su constante ausencia durante la semana.

Mi familia siempre ha mostrado poca aceptación hacia las personas homosexuales; mi mamá lo considera algo así como una enfermedad curable y mi papá como algo detestable. Yo me socialicé en ese ambiente poco tolerante hacia las personas no heterosexuales y durante buena parte de mi vida fui bastante homofóbico, aunque ahora me considero menos prejuiciado en ese sentido. El asunto de la fiesta dio para una larga discusión acerca de los derechos del colectivo glbt y los casos particulares que hay dentro de nuestro conocidos y familiares, sobre la preferencia sexual, las patologías del comportamiento sexual y la aceptación que el cristiano debe tener de su prójimo. Todo terminó con una linda pregunta jodedora: ¿Y que tal si yo fuera gay, o si mi hermana fuera lesbiana?. Vos creés como yo que toda la creación de Dios es perfecta, ¿verdad? Si no, no hubiera descansado el séptimo día, ¿verdad?

Bueno, ya por último, es llamativo cómo se han reactivado muchas voces a favor de la paz desde la sociedad civil a raíz de lo ocurrido en la UES. Ahora estaba leyendo a la rápida un comunicado que salió en el CoLatino; creo que es positivo que desde la sociedad civil se haga una exigencia a las fuerzas políticas en contienda a que busquen resolver los problemas del país con una visión del bien común. Es medio utópico creer que un comunicado bastará para hacerlos caer en cuenta de que están errando el camino desde hace mucho tiempo; ojalá ésta iniciativa no sea sólo un movimiento momentáneo, fruto del reaparecimiento de los temores de épocas en las que yo a lo mucho era un plan y un par de células alojadas en las gónadas de mis padres. Creo que está en las manos de nosotros, que vendríamos a ser los no firmantes del comunicado velar porque eso no se quede así nomás. Algo positivo puede ser hablar con tu gente sobre ello, crear conciencia de lo importante que es ahora exigir que se respete nuestro derecho a vivir en paz, que se sienten los políticos y los tecnócratas del gobierno a trabajar y a buscar cómo resuelven los problemas del país dejando de lado sus intereses personales, gremiales, sectoriales o de clase.

Sé que me pongo medio soñador con eso, pero es lo que se me ocurre, ustedes tendrán mejores ideas, así que pónganlas en práctica. No se queden de brazos cruzados que si no van a seguir volando balas y aprobando leyes inconsecuentes con las necesidades reales del país.

Bien, ya estuvo bueno. El siguiente post tiene que ser de las capturas en la iglesia de San Bartolo. Ay me cuentan que piensan de todo este rollo. Yo ya me acuesto, a ver si la lluvia me deja salir a correr temprano o si me toca ir más tarde.

Gur bay.

P.D. Michael Bublé me ha gustado, pero no es como escuchar a Sinatra. Old school rules! De B.B. King que puedo decir... me fascina? Jeje... y Astor Piazzolla es un tardío descubrimiento para mí pero una enorme satisfacción saber que ya se va a quedar en mi colección y que seguirá creciendo en ella. Acepto sugerencias, excepto de reguetón.