lunes, 4 de agosto de 2008

Yo, el psicólogo... (2a Parte)

Como decía en el post anterior, yo entré a la carrera sin tener un gran panorama sobre ésta. No me imaginaba lo que me esperaba. Trataré de ir manteniendo un orden cronológico.

El inicio en un ambiente en donde no había ni una sola persona conocida fue para mi, algo novedoso. Cuando sali del colegio y entré a estudiar biomédica tenía a buena parte de mis compañeros de colegio como compañeros de clase, aunque definitivamente nos separamos por afinidad. Al entrar a la UCA no conocía a nadie en absoluto, sin embargo hice mi primer amigo - que se volvería uno de mis ejores amigos para lo que resta de vida - gracias a que al salir del primer examen de admisión yo me encontraba un poco ansioso y quería fumarme un cigarro. Eso me llevó a hablarle a un chamaco que iba saliendo también del examen y que estaba fumandose un "Free" (ya no existe esa marca). Le pedí que me vendiera un cigarro y me lo regaló, nos fuimos platicando sobre el examen y de ahi nos dimos cuenta que ibamos para la misma carrera, y que yo podía ayudarle a él en un problema que tenía con una PC del trabajo. Desde entonces comenzamos a platicar y trabajamos juntos en el curso de admisión y demás.

Yo estaba acostumbrado a que las materias me exigieran la práctica sistemática de una serie de reglas para resolver problemas, y no la comprensión y síntesis de un material escrito. Sin embargo por mi afición a la lectura ésto no me era ajeno y no me resultó un gran obstáculo. Siempre se me dieron bien las materias en las que lo principal era leer. El curso de admision pasó sin más novedad que el darnos cuenta que de un grupo de veinte, eramos solo tres hombres. Algo nuevo para mí, que venía de estudiar en ambientes donde la mayoría eramos hombres y que teníamos más o menos ciertos antecedentes que nos facilitaban el trabajo en grupo. Acá el asunto era distinto y lo noté desde el principio, algunas compañeras eran mucho más eficientes para trabajar, otras mucho más sensibles hacia cuestiones como el poner un "ellos y ellas" y no un "ellos", otras compañeras tenían hijas o hijos que hacían mas complejo el ponerse de acuerdo para hacer un trabajo.

Al iniciar el ciclo nos incorporamos al grupo - bastante mas numeroso de lo que imaginaba - que había ingresado en el semestre anterior. Como ya traían algún "background" y ya habían formado grupos de trabajo, relaciones entre sí, el grupo que recién nos incorporábamos debió formarse aparte e irse acoplando poco a poco a la dinámica del otro grupo. Las primeras materias fueron algo bien agradable, conocer cuestiones sobr ela historia de la psicología, o de historia de la región centroaméricana fue algo muy grato.

Sin embargo me llevé mi primer chasco en el primer parcial de historia de la psicología, me saque un nada agradable 5 de nota que pegue en un lugar visible de mi cuarto como recordatorio de que debía ponerme las pilas. Las materias introductorias, con los experimentos que se llevan a cabo como parte de las mismas eran emocionantes, el acoplarme a una dinámica distinta de trabajo en grupo, de cómo estudiar un material, eran un reto.

Al iniciar a estudiar psicología mi idea era que al salir buscaría estudiar sexología en algún país de Hispanoamérica. El interés vino en parte de darme cuenta de tantos problemas derivados de la falta de educación sexual en la juventud con la que tenía contacto constante, y también de ver que ese era un campo que me permitiría tanto trabajar educando y dando terapia, que me atraía mucho. Al ir conociendo las materias me fui dando cuenta que había mucho, mucho más campo de trabajo que el que me imaginaba inicialmente. Y de a poco me iba dando cuenta de una serie de prejuicios que desde otras profesiones y desde la gente común se tienen sobre la psicología y quienes nos dedicamos a ella.

Al nomás ingresé a la carrera, uno de los temas de conversación - y que sigue saliendo con frecuencia - era que yo "analizaba", "psicoanalizaba", "leía la mente" de las personas mientras hablaba con ellas. Aún hoy me da algo de risa eso, porque es algo retórico. Todas las personas, incluso aquellas con daños cerebrales, realizamos cierto análisis de lo que las otras personas nos dicen con su lenguaje verbal y corporal. Analizamos el entorno, y nuestras propias reacciones, de ese análisis - la mayor parte deveces inconsciente - es que respondemos de una forma u otra a lo que se nos dice. Pero dejando de lado esto, el hecho es que me tocaba detenerme a explicar que yo no era un psicoanalista, que tampoco era un adivino, y que si, mi carrera me daba herramientas para entender cómo funcionan ciertos procesos que se dan en las personas y que bajo ciertas condiciones podía ocupar dichas herramientas para ir un poco más allá de lo que la persona me estaba diciendo o dejando de decir. Además, reiteraba, yo no hago más de lo que todas y todos hacemos normalmente, solo que tengo otros puntos de vista que voy aprendiendo en la carrera. Sin embargo usar éstos conocimientos es también algo natural; si a un ingeniero aeroespacial le enseñara yo una de las teorías existentes sobre la personalidad, ese conocimiento lo utilizaría también en sus relaciones personales, agregaría eso al análisis que siempre hace sobre el mundo y las personas que le rodean.

Hoy me detengo menos a dar esa explicación. Tampoco a definir que es la diferencia entre un psicólogo, un psicoanalista y un psiquiatra; que suele ser una confusión relativamente común. Tampoco le paro mucha bola cuando me preguntan si acuesto a la gente en un diván de cuero. Con el tiempo me iba dando cuenta de la clase de prejuicios que hay sobre mi carrera, incluidos los que señala Walter en su carta que da origen a este post.

Ciertamente al estudiar cualquier carrera a un nivel superior, tu perspectiva sobre muchas cosas cambia. Una jovena lideresa cristiana que se mete a estudiar teología tendrá otro modo de ver su propia praxis religiosa luego de estudiar la carrera. Un médico quiera o no comienza a identificar signos de problemas de salud en las personas que le rodean conforme avanza en sus conocimientos sobre la medicina. Por decirlo de algun modo, el prepararse académicamente en una rama del conocimiento te amuebla la mente de un modo en que acomodás la realidad de manera distinta a como la tenías antes de entrar a dicha carrera.

En mi caso, como psicólogo, "el amueblamiento" acomoda mucho de lo que veo en términos de cómo se dan ciertos procesos interpersonales o como se manifiestan procesos intrapersonales. Un sociólogo o socióloga posiblemente me vea más como miembro de cierto grupo social, en relacion con éste y con el resto de grupos sociales, etc. El hecho es que hay quienes creen que uno de psicólogo o psicóloga se la pasa cavilando sobre la autoestima, los traumas infantiles y etc. Ciertamente lo hacemos, como cualquier otra persona piensa sobre sus propios problemas. sus cuestiones del pasado, etc. La diferencia es que tenemos otros aspectos que tomamos en cuenta, y quizá eso nos haga más o menos complicado el pensar sobre nosotros mismos o mismas; y bueno, también tenemos otros términos para hablar de ciertas cosas, pero ¿quien no lo hace? ¿acaso no hay chistes que sólo un ingeniero o ingeniera entenderá bien, o platicas en las que un médico utiliza términos técnicos que hacen que te quedés en la luna?

¿Estudiar la carrera implica volvernos inauténticos o inauténticas? ¿Dejé de ser yo por que ahora tengo otros elementos de análisis sobre mi existencia y sobre el mundo que me rodea? Pues hasta donde sé, no. En mi caso, elegir una carrera por vocación y no por conveniencia me hizo volarme de encima una enorme y pesada máscara de inautenticidad. Pero ojo, es mi caso. Elegí la carrera por mi vocación de servicio y por mis intereses particulares. No soy de los que eligieron la carrera buscando entenderse más a sí mismos, o que buscaban asi poder "curarse" a sí mismos de sus cuestiones personales. En esos casos no sé hasta que punto ésta carrera o cualquier otra les haría volverse más o menos distintos o distintas, pero con certeza puedo afirmar que estudiar psicología o ser psicólogo o psicóloga no es una garantía de una buena salud mental, asi como haber estudiado medicina no es garantía de un buen estado de salud, ni ser economista te hace una persona rica.

Con todo esto quiero decir que sí han habido cambios en mi, pero nada distintos a los que hubiera tenido si hoy fuera meteorólogo, o astronauta. El ser psicólogo no me volvio raro, antes de entrar a la UCA yo ya era una persona que encontraba palcer escuchando los problemas de otras personas, ya me interesaba entender los cómos y porqués lo que hace la gente, ya me gustaba leer, ya me ahuevaba por estar solo, ya me había deprimido un tanto por cortar con mi primera novia, ya me preocupaban los problemas de mis papás, etc.

Con esto que afirmo en el párrafo anterior quiero subrayar que no he dejado de ser yo por elegir mi profesión, me he reafirmado en lo que soy. Por eso elegí mi carrera, porque era lo que se apegaba a mis intereses y a mi vocación.

Al elegir ser psicólogo, estaba eligiendo ser yo mismo.


Victor

P.D.: Quiero agradecer nuevamente a Walter por su confianza en transmitirme sus inquietudes. No solo fue bonito el que me pidiera que hablara sobre mi carrera, tambien provocó una valiosa conclusión personal que me debía a mí mismo últimamente. Y dicha conclusión creo que pueda servirle para despejar sus dudas. Afirmaba San Agustín que si la raíz del amor está dentro de ti, nada puede salir sino lo que es bueno. Yo amo lo que hago y trato de hacerlo bien.

Pronto estará listo el perfil que pedía en su correo. Esperamos poder trabajar estos días en ello.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo, bravo, bravo!!!

Gracias Victor, simplemente genial! si esto fuera un examen tendrias 100!! jajaja. No dejasta ni un detallito suelto en cuanto a mis dudas, las contestaste todas y de forma muy clara. Estoy muy entusiasmado, gracias a tu experiencia veo que hay muchos mitos al rededor de los psicologos. Te agradezco desde el fondo de mi corazon que te allas tomado el tiempo para contestarme con lujo de detalles. He salido de dudas y si!, estoy listo para iniciarme en la psicologia que tambien es lo mio.

Dios te siga bendiciendo Victor y en unos meses te cuento como va mi proceso en la carrera ok(prometo no molestarte, solo contarte jejeje) nuevamente gracias y nos leemos pronto!!!

Victor dijo...

Para mi fue un gusto Walter. Y bueno espero que me contés como te va, no es molestia alguna leerte.

Saludos

Victor

Mariocopinol dijo...

el prepararse académicamente en una rama del conocimiento te amuebla la mente de un modo en que acomodás la realidad de manera distinta a como la tenías antes de entrar a dicha carrera.

sooo true!
barbaro, muy bonita historia!

Victor dijo...

Gracias Mario.

Saludos.

Victor

Alexandryna dijo...

Eso me paso a mi! Cuando elegi ensenar, termine encontrandome a mi misma en mi quehacer social.