Poco a poco se van perfilando las maneras en que habrá de actuar el nuevo gobierno. Es obvio que el pragmatismo se ha ido imponiendo ante muchos anhelos que tiene el heterogéneo conjunto de población que dio su voto para el gane de Mauricio Funes. Probablemente sea la respuesta más adecuada en una situación social compleja como la que vivimos, pero el gane de la izquierda atesora incontables sueños de personas que incluso murieron por el alcance de éstos. Eso es algo que espero no olvide tomar en cuenta Funes a la hora de gobernar.
Muchos de esos sueños y muchas de esas luchas estaban orientadas en el deseo de alcanzar una participación ciudadana igualitaria. Una participación ciudadana que no solo consista en votar, si no en poder fungir como verdaderos contralores de las acciones del gobierno. Existen muchas organizaciones sociales que pueden ejercer tal rol independiente, pero el gobierno de Funes deberá mostrar apertura hacia ellas, exigir su participación.
Para ello además habrá de gestionar el país de manera transparente. Que todas y todos tengamos acceso libre a la información que se necesite sobre la gestión gubernamental, especialmente en el tema de las licitaciones. Es importante conocer los criterios por los que se opta por un ofertante y no por otros, para evitar el tráfico de influencias que ha sido una de las señales de identidad de ARENA en sus veinte años de gestión gubernamental.
La transparencia en la gestión será además capital para que el órgano judicial recupere la credibilidad que en este momento no tiene. No se tratará nada más de hacer un órgano judicial eficiente si no además transparente en la manera en como administra sus recursos y en la posibilidad de acceso a la información sobre casos importantes.
El tema de la transparencia se vuelve capital. Y más aún lo es el control ciudadano de esa transparencia. Sin una ciudadanía exigente de transparencia, de nada servirán leyes de acceso a la información. Está en nuestras manos no solo que el nuevo gobierno se muestre transparente en cómo usa nuestros impuestos y en cómo toma decisiones para gobernar, la pregunta es si estaremos nosotros preparados y preparadas para asumir ese reto.
Feliz semana a tod@s.
Victor
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