Matrimonios entre personas del mismo sexo, el show de la semana.

Mientras las comisiones de transición del futuro gobierno y el actual trabajan a toda marcha para el traspaso de mando, hemos asistido las semanas anteriores a varios esperpentos de parte de los nada honorables miembros de la Asamblea Legislativa. Nada nuevo bajo el sol, pero ha resaltado la urgencia de reformar la manera en como se eligen diputados para que estos tengan algún nivel de control social y no se dediquen libremente a no hacer lo que importa y dedicarse a meterse en donde no les llaman.

Probablemente el tema de la semana pasada ha sido el patético show montado por Parker, la alta jerarquía católica y el movimiento antiaborto liderado por la mujer que cree que hay una conspiración gay en la ONU. Como se demuestra en esta, y bien señala hunnapuh acá y acá , el show -porque lo que se armó fue eso, incluyendo los apasionados besos entre parejas homosexuales frente a las cámaras - sirvió para que se sigan postergando decisiones bien trascendentales a conveniencia de ARENA, PDC y el PCN para ver cómo logran convencer al FMLN de seguir jugando al reparto de las instituciones y además, ver como se cubren las espaldas con la posible aprobación de las escuchas telefónicas.

Respecto al cacareado tema de la semana, he de decir que lamento la posición de la jerarquía de mi iglesia respecto a las uniones entre personas del mismo sexo. Honestamente creo que si como iglesia hemos de enarbolar la causa de la defensa de la familia estamos luchando en el frente equivocado al querer prohibir que algunos y algunas que se aman se unan formalmente. Defender la familia por éste flanco es ridículo cuando hay muchas otras cosas que si afectan la estabilidad del nucleo familiar, como la pobreza que obliga a la migración, o temas de fuerte interés común que terminan incidiendo en la familia, como la falta de coherencia de los católicos con poder político y/o económico a la hora de tomar sus decisiones o el inmovilismo de muchos católicos para defender el medio ambiente.

Me recuerda ésto a Rogelio Ponseele, quien en una misa en Morazán nos contó que venía bien cansado de San Miguel, que los habían convocado a todos los párrocos. Él esperaba que se discutiera algo de lo que estaba pasando en el país - era la época del conflicto por el sistema de salud, las marchas blancas, etc. - pero los convocaronde urgencia para hablar de los nuevos misterios del rosario. Con ésto no quiero decir que hemos de meternos únicamente a hablar cosas "terrenas", pero si hemos de abordarlas, seamos sensatos. Los enemigos de la familia no son las y los homosexuales, el enemigo de la familia es todo un sistema que pervierte y deshumaniza al hombre y a la mujer, que los vuelve objetos, productos y que banaliza la espiritualidad como una mera moda y no como una dimensión trascendental de la persona. El enemigo no son los hombres y mujeres que quieren ser coherentes consigo mismos en lugar de llevar una doble vida - como muchos, incluso politicos que se dan golpes de pecho ante la idea de las uniones homosexuales - que SI daña a las familias propias y a las ajenas por su testimonio.

Bien, fui mas allá de lo que quería con éste tema. Creo que mas allá del ridículo hecho por los grupos señalados - y que me temo que fructificará - se abre la puerta a reflexionar sobre un tema que nos es muy común - creo que colectivamente a las y los salvadoreños la homofobia nos es mas característica que la solidaridad - y que ojalá lo vayamos superando con el tiempo.

Quería hablar de lo del fiscal general y las escuchas telefónicas, pero talc omo pasó en la asamblea, el otro tema se llevo de encuentro a los demás. Lo cual no es del todo malo, pero urge ponerle atención a lo que se cuece en la Asamblea, en las comisiones de transición y las elecciones de nuevos funcionarios.Ah y además ponerle ojo al tema de la gripe porcina, que con la ausente cultura de prevención y otras yerbas puede volversenos algo bien jodido. Primero Dios no sea así.

Feliz semana a tod@s.

Victor