Mi otro tesoro que gané en la época universitaria, Verónica (no mi ex novia, si no una tocaya suya), me comentaba acerca de una problemática que yo no tenía mayor idea de que existiera, y es el alto índice de violencia entre parejas de homosexuales y lesbianas y las dificultades que entraña ser invisibilizadas legalmente para poder denunciar éstos casos. Ojalá pueda informarme un poco más acerca de ésto, pues es una de tantas problemáticas ocultas tras el velo de la intolerancia institucionalizada hacia el colectivo LGBT.
Verónica me comentaba que ha iniciado una pequeña ONG llamada La Casa de Safo, en pro de los derechos del colectivo de lesbianas en el país. Ellas estan haciendo una investigación acerca de la situación del colectivo LGBT en el país, espero poder contar con esos datos pronto, para compartirlos al menos en el internet, ya que me parece que es hora de visibilizar sus problemas mas allá de las historias truculentas que sacan de cuando en cuando los periódicos, las cuales no están exentas de favorecer la discriminación hacia dichas personas.
Luego de mi reunión, vine sin sueño a casa, por lo que entré a ver las noticias deportivas y me encontré con ésta nota sobre un gesto que tuvo el delantero del Real Madrid (mi equipo favorito, junto al Nejapa F.C.) Ruud Van Nistelrooy. Mas allá del enternecimiento que causa esa clase de gestos, me dejó pensando acerca de la clase de cosas pequeñas que podemos hacer cada uno para alegrar a alguien cada día o, a tenor de la época, en éstas festividades.
Mucho se habla de que la navidad es época de compartir, de dar y recibir (esto último mas subrayado por los comerciantes, para incrmentar sus ganancias a costa del "espíritu navideño) y de aegría y felicidad. El hecho es que hay una realidad alrededor nuestro que invita a tratar de cambiarla. Digo, pues, si las cosas van mal, lo lógico es buscar que mejoren. Y bueno, esta realidad esta allí, palpable en muchas formas y está en nuestras manos hacer cambios para que esa realidad mejore.
El gesto del deportista de la noticia es algo pequeño, considerarán algunos, pero rompe con la dinámica de quietismo en la que vivimos. Ésta es una época propicia para romper con ese quietismo y compartir algo de lo que tenemos con quienes lo necesitan. Y ojo, no digo que vayan a dejarle su aguinaldo a los de la teletón, si no a hacer cosas que puedan significar mejorar la realidad de alguien.
Ruud dio un par de días de alegría a alguien que tiene a las puertas a la hermana muerte, como le llamaba San Francisco de Asís. Quizá nosotros tengamos a nuestro alrededor personas al borde de un ataque de nervios por no tener con quien desahogarse de sus problemas, o quiza tenemos a la par a alguien a punto de cometer el disparate de gastarse todo su dinero en cosas no tan necesarias para luego quedarse sin pisto para iniciar el año, o qué se yo. Hay tanto donde escoger para ir haciendo cosas que valgan un cambio en la realidad.
Solo es necesario abrir los ojos y los oidos, hay tanto que podemos hacer, tanto de nosotros que podemos compartir aún si estamos sin un centavo en el bolsillo. Es sólo cuestión de decidirse a hacerlo. Vale la pena intentarlo.
Saludos, mis crazy diamonds
Victor
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