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| Ernesto Miguel Ávila Mártir, Tambo. |
vos sos la Segundo
sos Leno
sos la Julia
sos el Chungo con tus lentes y el paquete de marllboro
sos la vigilia pascual
sos el viaje al rio negro
vos sos Dulce Nombre
sos la caminada que dimos con Curbe
sos la señora que le dijo animal a Dany
sos los paquetes de Royale de Curbe.
sos Morsita, sos Curbe, Luis, Sos el Gabo,
sos Omar, sos Arturo, sos Celina
sos Víctor y el otro Víctor
sos psicólogo
vas colega conmigo a ver a esos cipotes
vas hijo de regreso a la casa en la coaster
voluntario pedis ride en la calle negra
idealista caminás a mediodía detras de los cerros
enamorado buscas adonde pega la señal
vos no te ahuevás nunca
vos no vas a estar muerto
no si te recuerdo
no si sos cada uno
si sos cada lugar
si sos este tiempo
Más: 1 y 2
3 comentarios:
Todavía recuerdo tu último post sobre tu amigo hace ya algún tiempo. Hoy murió un niño de mi colonia, que no era ni bueno, ni ejemplar, ni hacendoso... pero era un niño, y tenía padres, un hermano gente que quiso que hiciera algo con sus cortos años, la violencia una vez más hizo acto protagónico a unas cuadras de este lugar al que llamo casa... ¿Cuántos salvadoreños más vamos a perder en vida, y cuántos otros que están llenos de vitalidad y con ganas de sacar adelante a este paisito tan chiquito morirán en el intento? Me da nostalgia esta entrada, y a la vez tristeza, no lo conocí pero estoy segura que fue una gran persona.
Conocí a Tambo una tarde de febrero en el colegio, era un niño para ese entonces, le ame mucho a partir de esa su rebeldía que pocos pudimos entenderle.
El día de su asesinato me despedí de él con la promesa de ir a tomarnos un café y seguir la eterna conversación que sosteníamos desde que él era un cipotillo colegial y yo una profesora dedicada a descubrir talentos como él.
No te imaginas cómo lo extraño, pero sé que en algún momento de la vida, ese café pendiente con Tambo, será saldado.
Cuantos pedacitos de nuestra alma se van con todas las personas que hemos conocido y se han ido producto de la violencia, de verdad que cada uno que recordamos que ha muerto por delincuencia o violentamente es un pedacito de nuestra alma que se va con el...
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