Con el tiempo, a mi me apasionaba todo lo que tenía que ver con animales, la geografía, la geología y similares y conexos. Los albumes que llenaba eran de animales y no los de los mundiales ( si hubiese sido lo contrario, ahora tendría un capital seguro para vender a algun coleccionista en los años por venir) .
En general durante las vacaciones, me iba a la casa de mis abuelos y allí entre otras cosas, leía enciclopedias, libros de biología (sobre todo si tenían fotos) y ciencias naturales, me apasionaba Leví Marrero con su libro "La tierra y sus recursos" (que debe ser uno de los libros que más he leído en mi vida) el cual deben recordar que usaban en Estudios Sociales en algunos colegios. El punto es que desde niño me apasionaban esos temas y a Dios gracias, siempre hubo quien me proporcionara libros con que satisfacer mi incipiente pasión intelectual.
Además, en la tele pasaban documentales de la vida salvaje; recuerdo con mucho cariño un programa que pasaban y aún a veces pasan en el Canal 10, que se llamaba Norteamérica Salvaje o algo así, que lo presentaba un tipo barbudo de cuyo nombre no me acuerdo y del que su imagen más famosa es la de dos Borregos Cimarrones de las Rocallosas chocando los cuernos.
Con el tiempo ésa faceta se convirtió en una espada de doble filo, por un lado mi rendimiento en Ciencias Naturales, Estudios Sociales y Idioma Nacional (¿recuerdan que así se llamaban las materias de la escuela?) era bastante más alto que el de mis compañeros y además las personas mayores me veían con admiración, sobre todo porque yo decía que quería ser científico, luego biólogo marino como Jacques Costeau, y luego científico nuclear, y además siempre tenía de qué hablar con ellos. Por otro lado esa faceta de "nerd" me atraía problemas en el colegio, y la mara me agarraban de pato porque era de los más pequeños y contimas de los que salían bien. Con el tiempo dejé de salir bien, me jodían menos, pero siempre me gustaban los programas de la naturaleza. Y siempre admiré a los presentadores de éstos programas.
Hace poco más de dos años pusimos televisión por cable en la casa, y con ella tengo tres o cuatro canales que sacan documentales de la vida silvestre. Y a mi me fascina, soy un espectador apasionado del Animal Planet, del Discovery Channel, del National Geographic (cuya revista en la edición en español colecciono desde su primer número), el Travel & Living y aún el canal 22 de México. Pero quizás el Animal Planet es el que pasan más programas que me gustan. Y como pasa con muchos otros personajes de la TV, el espectador (yo) llega a formar una suerte de vínculo afectivo con el presentador. Así, le tengo mucha admiración a Jeff Corwin, a Anthony Bourdain, Austin Stevens, a los Teutul y hasta me gusta Lyndal Davies y la presentadora de Ciudades y Copas. Todos ellos, por una razón u otra, tienen un lugar en mis preferencias por su carisma, por su manera de presentar, por el look o por lo que presentan.
Quizá de todos los presentadores de programas, uno que me gustó desde la primera vez fue Steve Irwin, "The Crocodile Hunter" o el cazador de cocodrilos. Nunca antes había visto a un presentador tan apasionado como Steve, su estilo me atrapó desde el primer programa. Fue el primer presentador de documentales de la vida silvestre al que ví exclamar emocionado porque se había encontrado con una taipán o porque un cocodrilo de agua salada había dado su "vuelta mortal" para destrozar un puerco. Tampoco había visto a alguien arriesgarse tanto al mostrar un animal en su ambiente natural. Steve me transmitió a mí y a mi familia la curiosidad por visitar Australia algún día, para conocer los cocodrilos de agua salada, ver a la taipán, la araña de tela de túnel, a la ardilla voladora, los dingos o a los koalas. Él y su familia transmitían cierta sensación de estar verdaderamente involucrados en la conservación, y que su Zoológico y sus programas eran un trampolín para ayudar a los grupos ecologistas. Steve transmitía mucho con su "You lil beauty!", "Crikey, mate" "Croc's rules!!" o su característico "Wooohooo" y su marcado acento australiano; se volvió todo un icono de los presentadores de documentales de la naturaleza y ademas en uno de los personajes más queridos de ese mundo de la televisión.
Ahora en la mañana que me levanté, me hizo sentarme frente a la TV la CNN, que transmitía la triste noticia de que Steve había fallecido. Mientras hacía un documental sobre los animales más mortíferos de Australia, entró al mar para hacer unas tomas bajo el agua, comenzó a nada cerca de una mantarraya y ésta se sintió amenazada y lanzó su dardo venenoso que cayó en el pecho de Steve.
El veneno de las mantarrayas no suele ser en peligroso, a excepción de que te pique en el pecho, lo cual causa un severo estrés al corazón; ésto le ocurrió a Steve. Las mantarrayas en general son animales muy pacíficos (en lugares como las islas Cayman son una atracción turística) y sólo atacan cuando se ven seriamente amenazadas, por ejemplo cuando uno en la noche camina dentro de las aguas bajas y calmas de la playa o de un estuario y patea accidentalmente a una. Usualmente son muy dóciles o en todo caso huyen con rapidez. Se alimentan de crustáceos y moluscos y viven en aguas calientes y de suelo arenoso.
Su picadura, proviene de una suerte de arpón que tienen en la cola y que usan con poca fortuna como defensa frente a su depredador principal, los tiburones. En los humanos la picadura usualmente genera un fuerte dolor, bastante sangrado, nausea, fatiga, fiebre, dolor de cabeza y escalofríos de manera aguda durante más o menos 30 a 60 minutos y los efectos completos pueden durar hasta 48 horas.
Steve murió haciendo su trabajo, un trabajo que amaba tanto como a su familia, y lo que se había dedicado desde que era niño. Me pone triste saber que ha muerto. Deja un gran legado a favor de la conservación de la vida silvestre y murió haciendo algo que favorecía ésta causa. Al igual que él muchos han fallecido trabajando por su causa, luchando por ella. Esas personas son admirables. Lastimosamente, hay otros que han muerto por una causa inventada por personas a las que les interesa satisfacer sus intereses personales o de grupo y sus muertes se cuentan por miles. Mueren en el desierto, no envenenados por un animal al que defenderían, si no atravesados por una bala que enriquece a unos cuantos que acaparan todos los recursos que permitirían salvar especies en peligro, como las rayas o los humanos.
En general durante las vacaciones, me iba a la casa de mis abuelos y allí entre otras cosas, leía enciclopedias, libros de biología (sobre todo si tenían fotos) y ciencias naturales, me apasionaba Leví Marrero con su libro "La tierra y sus recursos" (que debe ser uno de los libros que más he leído en mi vida) el cual deben recordar que usaban en Estudios Sociales en algunos colegios. El punto es que desde niño me apasionaban esos temas y a Dios gracias, siempre hubo quien me proporcionara libros con que satisfacer mi incipiente pasión intelectual.
Además, en la tele pasaban documentales de la vida salvaje; recuerdo con mucho cariño un programa que pasaban y aún a veces pasan en el Canal 10, que se llamaba Norteamérica Salvaje o algo así, que lo presentaba un tipo barbudo de cuyo nombre no me acuerdo y del que su imagen más famosa es la de dos Borregos Cimarrones de las Rocallosas chocando los cuernos.
Con el tiempo ésa faceta se convirtió en una espada de doble filo, por un lado mi rendimiento en Ciencias Naturales, Estudios Sociales y Idioma Nacional (¿recuerdan que así se llamaban las materias de la escuela?) era bastante más alto que el de mis compañeros y además las personas mayores me veían con admiración, sobre todo porque yo decía que quería ser científico, luego biólogo marino como Jacques Costeau, y luego científico nuclear, y además siempre tenía de qué hablar con ellos. Por otro lado esa faceta de "nerd" me atraía problemas en el colegio, y la mara me agarraban de pato porque era de los más pequeños y contimas de los que salían bien. Con el tiempo dejé de salir bien, me jodían menos, pero siempre me gustaban los programas de la naturaleza. Y siempre admiré a los presentadores de éstos programas.
Hace poco más de dos años pusimos televisión por cable en la casa, y con ella tengo tres o cuatro canales que sacan documentales de la vida silvestre. Y a mi me fascina, soy un espectador apasionado del Animal Planet, del Discovery Channel, del National Geographic (cuya revista en la edición en español colecciono desde su primer número), el Travel & Living y aún el canal 22 de México. Pero quizás el Animal Planet es el que pasan más programas que me gustan. Y como pasa con muchos otros personajes de la TV, el espectador (yo) llega a formar una suerte de vínculo afectivo con el presentador. Así, le tengo mucha admiración a Jeff Corwin, a Anthony Bourdain, Austin Stevens, a los Teutul y hasta me gusta Lyndal Davies y la presentadora de Ciudades y Copas. Todos ellos, por una razón u otra, tienen un lugar en mis preferencias por su carisma, por su manera de presentar, por el look o por lo que presentan.
Quizá de todos los presentadores de programas, uno que me gustó desde la primera vez fue Steve Irwin, "The Crocodile Hunter" o el cazador de cocodrilos. Nunca antes había visto a un presentador tan apasionado como Steve, su estilo me atrapó desde el primer programa. Fue el primer presentador de documentales de la vida silvestre al que ví exclamar emocionado porque se había encontrado con una taipán o porque un cocodrilo de agua salada había dado su "vuelta mortal" para destrozar un puerco. Tampoco había visto a alguien arriesgarse tanto al mostrar un animal en su ambiente natural. Steve me transmitió a mí y a mi familia la curiosidad por visitar Australia algún día, para conocer los cocodrilos de agua salada, ver a la taipán, la araña de tela de túnel, a la ardilla voladora, los dingos o a los koalas. Él y su familia transmitían cierta sensación de estar verdaderamente involucrados en la conservación, y que su Zoológico y sus programas eran un trampolín para ayudar a los grupos ecologistas. Steve transmitía mucho con su "You lil beauty!", "Crikey, mate" "Croc's rules!!" o su característico "Wooohooo" y su marcado acento australiano; se volvió todo un icono de los presentadores de documentales de la naturaleza y ademas en uno de los personajes más queridos de ese mundo de la televisión.
Ahora en la mañana que me levanté, me hizo sentarme frente a la TV la CNN, que transmitía la triste noticia de que Steve había fallecido. Mientras hacía un documental sobre los animales más mortíferos de Australia, entró al mar para hacer unas tomas bajo el agua, comenzó a nada cerca de una mantarraya y ésta se sintió amenazada y lanzó su dardo venenoso que cayó en el pecho de Steve.
El veneno de las mantarrayas no suele ser en peligroso, a excepción de que te pique en el pecho, lo cual causa un severo estrés al corazón; ésto le ocurrió a Steve. Las mantarrayas en general son animales muy pacíficos (en lugares como las islas Cayman son una atracción turística) y sólo atacan cuando se ven seriamente amenazadas, por ejemplo cuando uno en la noche camina dentro de las aguas bajas y calmas de la playa o de un estuario y patea accidentalmente a una. Usualmente son muy dóciles o en todo caso huyen con rapidez. Se alimentan de crustáceos y moluscos y viven en aguas calientes y de suelo arenoso.
Su picadura, proviene de una suerte de arpón que tienen en la cola y que usan con poca fortuna como defensa frente a su depredador principal, los tiburones. En los humanos la picadura usualmente genera un fuerte dolor, bastante sangrado, nausea, fatiga, fiebre, dolor de cabeza y escalofríos de manera aguda durante más o menos 30 a 60 minutos y los efectos completos pueden durar hasta 48 horas.
Steve murió haciendo su trabajo, un trabajo que amaba tanto como a su familia, y lo que se había dedicado desde que era niño. Me pone triste saber que ha muerto. Deja un gran legado a favor de la conservación de la vida silvestre y murió haciendo algo que favorecía ésta causa. Al igual que él muchos han fallecido trabajando por su causa, luchando por ella. Esas personas son admirables. Lastimosamente, hay otros que han muerto por una causa inventada por personas a las que les interesa satisfacer sus intereses personales o de grupo y sus muertes se cuentan por miles. Mueren en el desierto, no envenenados por un animal al que defenderían, si no atravesados por una bala que enriquece a unos cuantos que acaparan todos los recursos que permitirían salvar especies en peligro, como las rayas o los humanos.
I bled a lot. I got hit across the face. We couldn't film for seven days. I got hit, whacked, underwater, across the face. I finished the shot, got into the boat and blood started coming out.
I get called an adrenaline junkie every other minute, and I'm just fine with that.
I have no fear of losing my life - if I have to save a koala or a crocodile or a kangaroo or a snake, mate, I will save it.
Steve Irwin
Crocs rules, Steve!!
P.D.: Gracias a tod@s por sus saludos y buenos deseos. Me dan motivos para seguir creyendo que otro mundo es posible.
5 comentarios:
Leí la noticia anoche. Me llenó de tristeza. Era increíble ver cómo se emocionaba, su entusiasmo era -personalmente- altamente contagioso. Como vos, yo crecí leyendo enciclopedias de la vida animal y el programa del 10, y realmente envidio (sanamente) a personas con trabajos tan particulares. Todavía tengo la esperanza de estudiar biología cuando sea grande.
Que descanse en paz el buen cazador de cocodrilos.
Yo igual, me emociono cuando veo las aventuras de éstas gentes. Y sigo apasionado con los animales, cuando voy al campo les tomo fotos y en la noche salgo a buscar insectos. A veces me pregunto si no habría sido mejor estudiar geología (por aquello de que colecciono piedras) o entomología (tuve de mascotas a una tarántula y a un escorpión) o herpetólogo (siento una mezcla de fascinación y temor con las serpientes venenosas).
me sumo a la Conmoción... ayer por la noche ese era nuestro tema de conversación entre mi familia...
Los últimos momentos de Irwin
Irwin era reconocido por su estilo divertido y temerario de tratar con los animales Los últimos instantes de la vida del naturalista australiano Steve Irwin fueron registrados por una cámara acuática que lo acompañaba en el momento en que fue atacado por una mantarraya.
Según el representante de Irwin, la cinta de video muestra el momento en que el naturalista es atravesado por la cola de una raya y él intenta sacar el aguijón de su pecho.
"La cola entró hacia arriba, lo punzó el pecho, él tiró de ella y un minuto después, estaba muerto", dijo John Stainton, representante de Irwin.
La policía del estado australiano de Queensland tiene ahora el video para usarlo en la investigación sobre el incidente, ocurrido en la llamada Gran Barrera de Coral.
"Steve Irwin era el australiano que muchos de nosotros aspirabamos a ser dijo el autor Russell Crowe",
Durante el lunes y el martes, miles de admiradores se reunieron en el zoológico de Irwin -también conocido como "el cazador de cocodrilos"- en Beerwah, en la costa oriental australiana, para dejar flores y mensajes de condolencia.
Si la familia accede, la popular estrella de televisión podría recibir un funeral de estado.
El martes, el parlamento federal de Australia hizo una pausa para honrar a Irwin, de quien el primer ministro John Howard dijo que había muerto "en circunstancias esencialmente australianas".
Howard citó al actor Russell Crowe, quien rindió homenaje a Irwin al decir que "Steve Irwin era el australiano que muchos de nosotros aspirabamos a ser".
Irwin estaba en aguas de Batt Reef, cerca del balneario de Port Douglas, a unos 100 kilómetros al norte de Cairns, en el nororiente de Australia.
Allí filmaba a las rayas para un documental de televisión llamado Ocean's Deadliest (Los más mortales del océano).
"Pudo sentirse amenazada"
Las RAYA miembro de la familia Dasyatidae de peces cartilaginosos, con unas 70 especies alrededor del mundo
Normalmente se les encuentra en mares tropicales, aunque algunas viven en agua dulce. Se alimentan principalmente de crustáceos y moluscos del suelo marino se mueven con un movimiento que las hace parecer que "vuelan" dentro del agua, gracias a sus aletas musculosas, normalmente son dóciles y no se sabe de muchas agresiones, Tienen un aguijón venenoso o una cola serrada con un largo de hasta 20 cm
El camarógrafo Ben Cropp, quien se encontraba en los arrecifes cuando Irwin murió, habló con un miembro del equipo de producción que vio el video del incidente.
"Él se encontraba en aguas poco profundas, quizá a un metro y medio o dos bajo la superficie, mientras seguía a una raya que tendría un tamaño de un metro de lado a lado, que posiblemente pesaba unos 100 kilogramos, y que tenía un aguijón muy largo", dijo Cropp al periódico The Australian.
"(El animal) se detuvo, asumió una actitud defensiva y blandió su cola con el aguijón. Posiblemente se sintió amenazado porque Steve estaba al lado y el camarógrafo al frente, así que sintió que había peligro y se detuvo abruptamente".
Aunque está armada con un aguijón afilado y venenoso en su cola, la raya sólo la usa para defenderse y sus ataques a humanos son muy raros.
Al aparecer en ABC News, Stainton, quien se encontraba con el equipo de televisión en el arrecife, dijo que ver la grabación del incidente fue una experiencia "terrible".
"Fue muy difícil porque lo que uno ve realmente es morir a una persona"
Se cree que el corazón de Irwin fue punzado y que murió casi inmediatamente.
Algo largo, espero que te guste la informacion.
Creo que fue una gran mala suerte de Irwin y la forma en que murio, se habia enfrentado a animales mucho mas peligrosos que estos, lastima que fallecio, pero el legado que dejo pues hay que agradecerlo, en mi blog he publicado un video homenaje a este gran aventurero por si les interese verlo... Saludos.
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