Feliz Navidad!

Ya casi es Navidad, pero el mundo en que vivimos tan influido por la cultura del consumo se ha olvidado de el origen de esta festividad y la ha vuelto una época mas destinada al consumo a granel. Se escapa ese origen humildísimo y se vuelve todo lucecitas adornando un árbol, adornos relacionados con una figura - Santa Claus - que poco se parece al original San Nicolás de Bari, carreras en los centros comerciales por ver quien se lleva primero aquellas cosas mas fastuosas, competencias en las fiestas de las empresas por ver quien se lleva mas permios y quien hace mas el ridículo por su excesivo consumo de alcohol. Linduras de la época que dejan un incremento en las estadísticas de víctimas de accidentes de tránsito y de financiamientos.


El hecho es que el mensaje de la navidad no lo encontramos en el fondo de la botella de guaro de la fiesta de la empresa, ni nos llega como una iluminación sobrenatural al firmar el voucher de la tarjeta de crédito o el pagaré de la tienda, tampoco lo encontramos al ser ganadores de las competencias oficiales y simbólicas de ver a quien le llegará mas inflado el recibo de la luz eléctrica el próximo mes (estoy siendo sarcástico, por si alguien no entiende).

El mensaje de la navidad, como nos recordaba Monseñor Romero hace ya casi unas tres décadas, lo encontramos en el origen de la misma, un origen humilde y muy distante de las fastuosidades a las que nos estamos acostumbrando ver para éstas épocas; el mensaje de la navidad es el mensaje de Jesús:

Éste es el mensaje de Jesús: envuelto en pañales, reclinado en un pesebre, pobre como el más pobre de los pobres. Creo que ni el más pobre ha nacido en una gruta, sobre zacate porque no hubo para él ni si quiera un lecho donde su pobre madre lo diera a luz. Cristo, el más pobre, envuelto en pañales, es la imagen de un Dios que se anonada. Lo que la teología llama la kenosis: el Dios que se vacía de toda su gloria para aparecer esclavo y dejarse luego crucificar y ser sepultado como un malhechor.

Mons. Óscar Arnulfo Romero,
Homilía del 24 de diciembre de 1979

Cristo, como señala Monseñor, se hizo tan pobre como para nacer en el zacate de una cueva; se volvió chico, indefenso, como lo hemos sido todos al momento de nacer. Un Dios despojado de su gloria para acercarse a nuestra condición humana y desde allí darnos el ejemplo de que desde esa humildad, desde ese abandono es donde se construyen las grandes cosas. Un niño envuelto en pañales y acostado en un montón de zacate adentro de una cueva es el origen de una nueva historia; no fue en los palacios de los gobernantes de turno en donde se forjó el inicio de una de las más grandes transformaciones de la historia de la humanidad.

Con ésto quiero traer pues a reflexión que es desde lo pequeño donde encontramos lo grande, es de ahi de donde nace, al irse sumando a otras pequeñeces. De ahi la importancia de hacer lo correcto, lo bueno, aun si es algo pequeño y humilde. Y ésto trasciende si la festividad es de orige4n católico, o si se puso en la fecha del fronstipicio de la quinta estación del rito del sol de no se que diablos. El mensaje de la navidad es algo más que todo eso, y es algo que permea todo el año.
Y es quizá en ésta época donde nos damos un tiempo para recordarlo y ver si en el año hemos logrado hacer ese cúmulo de cosas pequeñas, y de planear las pequeñas cosas que haran nuestra vida diferente el año que está por comenzar. Algo así veo yo las cosas.

No me resta más que desear pues que ese Dios de amor anonadado reine en sus corazones - creyentes o no - en ésta época y renazca en este nuevo año en forma de buenas acciones, pequeñas y grandes, individuales y colectivas, pero que sirvan para transformar este mundo en que vivimos en un mejor lugar para que vivamos todas y todos. Estoy mas que confiado en que Él nos dará muchas oportunidades para hacerlo, si lo logramos dependerá de nosotros.

Quizá mi deseo máximo en ésta navidad sea que aprovechemos esas oportunidades, para seguir creciendo y trasnformarnos en una humanidad, en una sociedad, en un país mejor. Que Dios, que supo volverse uno de nosotros para darnos un mensaje de cercanía y de amor, y con ello cambiar el signo de los tiempos, nos ilumine para lograrlo.

Así sea.
Feliz Navidad y un excelente Año Nuevo para todas y todos.
Salud, crazy diamonds.

Vic